Compartir:

El don creativo de la fiesta se vislumbra con los disfraces. ¿Qué sería del Carnaval sin ellos? Para muchos, parte de la identidad estaría rezagada, pues a través de sus personificaciones se esconde la esencia del barranquillero, aquella que es original y relevante.

Esa consigna la abandera la Fundación de Disfraces del Carnaval de Barranquilla (Fundicaba), la cual lleva más de 22 años siendo el aporte creativo de la Disfrazatón, un evento en el que se congregan más de 300 disfraces entre colectivos e individuales, además de cumbiambas y comparsas que engalanan el desfile.

Sus hacedores tenían reprimido este recorrido desde hace dos años, debido a una pausa obligatoria por la covid-19. Mientras el año anterior pudieron volver a portar en su fiel aquellos personajes y aparecer ante un reducido público en la Institución Educativa Distrital del barrio Simón Bolívar, este 2023 brillaron en lo que ellos consideran su esencia: las calles.

Este lunes fue su gran día. El barrio Ciudadela 20 de Julio volvió a ser testigo de esta tradición con más de dos décadas.

El aprecio que cada uno de los integrantes posee con el fundador de la entidad fue evidente. José Sequeda Ferrer es el director de Fundicaba, quien pese a no poder disfrutar con la dicha de antes a causa de un deterioro en su salud, para su hija Jazmín Sequeda, el Carnaval lo revive.

'Estamos muy contentos porque ya vuelve esta Disfrazatón a su ruedo. Los disfraces son los que le dan vida al Carnaval y la gente merece apreciarlos, compartir con ellos'.

Los integrantes del popular desfile se caracterizan por ser personas de la tercera edad, una población que ha demostrado conservar las tradiciones y transmitir sus saberes de generación en generación.

El descabezado, tigres africanos, María Moñito, Los Espectros, El Descabezado, Piedad Córdoba, Che Guevara, La Loca Peligrosa, Popeye, La Chilindrina, John ‘Hannibal’ Smith, Drácula, fueron algunos de los personajes que más robaron miradas con su participación.