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Sonrisas que se dibujan desde el bordillo, la terraza y las sillas son el reflejo de cómo se vive un Carnaval en el suroccidente de la ciudad. Desde allí se congregan las expresiones populares que encarnan la fiesta.

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Siendo fiel a la salvaguarda y la tradición, en sus calles se reúne una multiplicidad de manifestaciones artísticas que han engrandecido el patrimonio durante décadas.

Luego de haber vibrado este sábado con la Batalla de Flores del Carnaval de la 44, los ciudadanos tendrían otra cita en el segundo día festivo con la Gran Parada ‘Carlos Franco’, el cual lleva 21 años recorriendo las calles de este sector.

La Asociación de Grupos Folclóricos del Atlántico (Agfa) porta la bandera de este desfile que inició a las 2:15 p.m. con un público entusiasmado y a la expectativa de observar a los 120 grupos de danzas, comparsas, danzas especiales, disfraces colectivos, grupos de teatro y trailers musicales.

El parque Olaya fue el punto de apertura para el goce, desde allí, los danzantes llegaron a la iglesia San Felipe, bajaron por la carrera 21 y desembocaron en la calle 48.

La música retumbaba a todo timbal. No había espacio para el aburrimiento. Los gritos, bailes y aplausos eran los invitados especiales en este desfile.

Los barranquilleros demostraron el orgullo por sus raíces, aquel que no solo evocan durante cuatro días, ya que, es un estilo de vida que conservan a lo largo del año.