La era digital ha traído consigo transformaciones en las dinámicas de relacionamiento del ser humano, en la forma en la que interactuamos con la familia, los amigos, las parejas e incluso en los entornos laborales.
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Uno de esos cambios ha sido precisamente la manera en que procesamos y demostramos nuestras emociones en las redes sociales, donde no tenemos que 'dar la cara' a nuestro interlocutor, sino que podemos decir lo que expresamos sin la necesidad de un cara a cara.
En ese conexto se ha venido popularizando un comportamiento que en español no tiene una definición específica, pero que en inglés se conoce como Ghosting o Ghostear. Esta acción, que desde la perspectiva del psicoterapeuta y magíster en Psicología Clínica Jorge Galindo es un comportamiento que está sustentado en la tecnología, implica que una persona desaparece de una relación, por lo general por chat, sin ninguna explicación, como un fantasma, de ahí su nombre ‘Ghost’ (fantasma).
Debido a que su uso se ha extendido gracias a que surge precisamente en las redes sociales, es difícil intentar explicar de dónde se originó el término.
El diccionario en inglés Merriam Webster fue uno de los primeros, en febrero de 2017, en aceptar su uso.
'El fenómeno del Ghosting ha recibido bastante atención durante el último año, pero tenemos evidencia de que se remonta a 2006. Nuestras primeras citas hacen evidente el aspecto digital: poner tu estado como 'invisible' para no estar obligado a responder, rechazar responder o incluso leer los mensajes de texto, dejar que las llamadas vayan al buzón de voz', define en sus textos esta organización.