Compartir:

En 2018 Alberto Linero sorprendió al país con el anuncio de que había solicitado al Superior General de la Comunidad Eudista en Roma la dispensa para ‘colgar los hábitos’. El samario, quien vivió gran parte de su carrera eclesiástica en Barranquilla, se había convertido en un sacerdote bastante popular gracias a la forma original y desenfadada con que abordaba su vocación religiosa, pero hace ya cinco años decidió comenzar una nueva vida.