Sumergirse en la atmósfera fresca y propia del mercado suele ser la cotidianidad de muchos barranquilleros que encuentran en el lugar los mejores alimentos para llenar su despensa.
Allí, donde el aroma a mar es palpable. El contraste olfativo es fascinante, un recordatorio de la diversidad y riqueza de la región que concentra su sabor en el corazón del centro de la ciudad, que a su vez, alberga la popular Plaza del Pescado.