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El acompañamiento que tienen algunos pacientes en su día a día es brindado por cuidadores, quienes son los responsables de supervisar el estado de salud y emocional de estas personas con el objetivo de proteger y mantener su calidad de vida.

De acuerdo con Versania Cuidado y Vida, conocer sobre la salud física y mental de las personas que están a cargo es crucial para del bienestar el paciente, pues permite identificar la personalidad, los gustos, las preferencias y la red de cuidado de la persona para proporcionar una atención adecuada.

Los cuidadores también necesitan comprender las secuelas de la enfermedad o la situación que genera la atención, así como los tratamientos disponibles y sus efectos.

Asimismo, la planificación de actividades diarias, el conocimiento de números de emergencia y la habilidad para comunicarse efectivamente son indispensables para brindar un cuidado completo.

Realizar estas tareas a veces puede afectar la salud física y emocional de los cuidadores directamente, ya que la mayor parte de su tiempo es dedicado exclusivamente en la salud de la persona que tienen bajo su responsabilidad, dejando de lado su salud y bienestar.

Los cuidadores que no tienen experiencia en el tema pueden correr mayor riesgo de presentar enfermedades osteomusculares al hacer un mal movimiento en el cuidado de la persona que requiere atención.

En el mismo sentido, la salud mental de los cuidadores es un tema que presenta un desafío actualmente pues como lo describe Mayerly Galvis, jefe de línea de servicio de cuidadores en Versania Cuidado y Vida.

'Los cuidadores encargados de personas con enfermedades psiquiátricas, suelen tener una sobrecarga, pues pasan por diferentes fases y emociones que pueden interferir en su propio cuidado. Esto se puede presentar con sentimientos de ser insuficiente, culpable o débil, luego aparecen los cambios en el estado de ánimo presentando irritabilidad, tristeza o llanto fácil y/o ansiedad y estrés. Los cambios emocionales poco a poco se convierten en cansancio extremo, insomnio, somnolencia, cambios alimenticios y empieza la fase de somatización y enfermarse'.

Para mantener un equilibrio entre el cuidado propio y el cuidado de la persona atendida, se debe priorizar el autocuidado. Realizar ejercicio regularmente, descansar, practicar actividades recreativas y mantener relaciones sociales contribuye al bienestar del cuidador.

Establecer límites claros y buscar apoyo de otros cuidadores, familiares o profesionales de la salud puede aliviar la carga emocional y física. Estas son algunas recomendaciones de la experta para mantener una relación saludable: