Revestida permanentemente de entera calidez y serenidad, Lupe Mouthón, reconocida periodista y editora de la sección de economía de EL HERALDO, fue una de las grandes mentes de este oficio en el país.
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Sobre el sinnúmero de historias que se pueden contar sobre ella existe una que es capaz de sobrepasar incluso la gloria y dignidad que representaron los premios de periodismo que obtuvo para su carrera y esta Casa Editorial.
Y es que siempre distinguida por la sencillez y la nobleza de sus actos, el silencio y la prudencia le hacían una cohorte magistral que de manera honorífica develaban gran parte de su personalidad. Una que indudablemente era capaz de transformarse con facilidad en huella indeleble para todo aquel que la conociera.
Atribuirle virtudes sobra, estas se hacían evidentes desde la profundidad de su conversación hasta en la discreción de su sonrisa, y pasando por su siempre dispuesta actitud para enseñar.
De esto último, Lupe deja un legado invaluable para el periodismo, uno que ha trascendido las barreras de lo local y que ha llegado a conquistar aún espacios mayores, en el cual su satisfacción se basaba en haber aportado, en parte, a la formación de quienes gentilmente también se dispusieron a aprender de ella.
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