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Vestida de histriónica gracia y voluntad, María Eugenia Castro, directora del Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB), le acompañan de manera permanente la sensibilidad y el buen gusto que propenden las artes, las cuales van sujetas a los atisbos de la sabiduría que ha ganado durante el paso de los años.

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Dada a las pasiones mismas del Caribe, está samaria con alma barranquillera ha logrado de manera honorífica sostener en sí misma un legado para la ciudad, evidenciando a través del arte moderno una oportunidad para comprender el mundo y los fenómenos que lo componen.

En la conversación confiesa que su interés por la cultura comenzó desde muy niña, más allá de las actividades extracurriculares de su colegio, su madre mientras ella pasaba por la adolescencia empezó a interesarse por adquirir arte, llenando de colores y formas los espacios en los que se desarrollaba.