El ámbito musical de República Dominicana se entristece con la dolorosa noticia del fallecimiento de Norma Deyanira Viloria Brito, conocida como Janni Viloria, a la edad de 54 años.
La talentosa bajista, figura clave en la segunda etapa de la emblemática orquesta de merengue Las Chicas del Can, dejó este mundo el pasado domingo, marcando el cierre de una destacada era musical.
De acuerdo con informes de Diario Libre y fuentes cercanas, Janni Viloria perdió la lucha contra un tumor cerebral, una enfermedad que la afectó en sus últimos días.
Su legado musical y su impacto en la escena artística quedan imborrables en la memoria de aquellos que disfrutaron de su talento y su energía vibrante.
La ceremonia fúnebre se llevó a cabo con solemnidad y emotividad en la funeraria Blandino, situada en la avenida Abraham Lincoln. Familiares, amigos y admiradores se reunieron para rendir homenaje a la artista, compartiendo momentos conmovedores y expresando sus condolencias.
El último adiós a Janni Viloria concluirá este lunes a las 2 de la tarde en el cementerio Máximo Gómez, donde se llevará a cabo su sepultura.
Este día quedará grabado no solo como la despedida de una talentosa bajista, sino también como la celebración de su vida y su contribución al merengue, un género que dejó huella en la música latina.
Wilfrido Vargas, figura emblemática y creador de Las Chicas del Can, expresó su profundo pesar por la partida de Janni Viloria.
A través de una emotiva publicación en su cuenta de Instagram, el cantante, arreglista y productor musical elogió el carisma, el sentido rítmico y el talento de la exintegrante, resaltando su influencia tanto en la música como en la vida de quienes la conocieron.
La música dominicana llora la pérdida de una de sus voces más queridas, pero el legado de Janni Viloria perdurará en la memoria colectiva.
Su contribución al fenómeno musical de Las Chicas del Can y su influencia en el merengue femenino resonarán en cada acorde y en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su arte.
