Los casos de acoso callejero siguen siendo un problema al que se enfrentan miles de mujeres a diario. El hecho de que no sea todavía un delito se convierte en una dificultad a la hora de denunciar estas situaciones y esperar que haya algún tipo de judicialización.
Mientras avanzan los procesos para tipificar el acoso callejero como un delito, son varias las organizaciones que han fomentado el apoyo a las mujeres para enfrentar estos casos y que se puedan blindar frente a este problema.
Esta forma de violencia, que incluye desde miradas fijas obscenas hasta toqueteos no consentidos, no solo afecta a la víctima directa, sino que también genera dudas sobre las propias vivencias de quienes la padecen. La omisión de intervención ante estas situaciones aumenta el trauma de la persona acosada y valida al acosador.
En ese contexto existe la metodología de las 5 D's, que ayuda a que las mujeres puedan intervenir de forma segura en un caso de acoso callejero: