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No hubo lugar a sorpresas, la película Oppenheimer, que cuenta la historia del creador de la primera bomba atómica, Robert Oppenheimer, fue la gran vencedora en la edición 96 de los Premios Óscar. 

El filme dirigido por Christopher Nolan, tenía el rótulo de favorito tras haber obtenido el mayor número de nominaciones (13) y debido a que ya había salido vencedor en el circuito de premios, que incluye los Globos de Oro, los BAFTA, Critics Choice y los SAG Awards (otorgados por el Sindicato de Actores de EE. UU.).

Son siete las estatuillas conquistadas por esta producción, entre estas: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actor, Mejor Actor Secundario, Mejor Fotografía, Mejor Montaje y Mejor Música.

Como dato curioso, es la primera vez que el cineasta inglés Christopher Nolan, que había sido nominado en otras tres ocasiones, logra bañarse de gloria.

También fue el primer Óscar para su protagonista, el irlandés Cillian Murphy lució orgulloso con la estatuilla, y por increíble que parezca el estadounidense, Robert Downey Jr. debuta en el listado de actores que son reconocidos por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

En su discurso de aceptación del Óscar, Murphy dedicó su premio a las personas que trabajan incansablemente en búsqueda de la paz. Este gesto no solo resalta su sensibilidad y conciencia social, sino que también arroja luz sobre un aspecto fundamental de su personalidad: su compromiso con causas humanitarias. 'Nos adentramos en la vida del hombre que creó la primera bomba atómica, una historia que contamos para bien o para mal. Hoy quiero dedicar este premio a todos los que trabajan por la paz', dijo el actor.

A su turno Robert Downey Jr. inició dándole gracias a 'su terrible infancia y a la Academia. 

'Me gustaría dar las gracias a mi veterinaria, quiero decir, a mi esposa. Ella me encontró siendo una mascota gruñona y me rescató, me amó hasta devolverme la vida', ha dicho, en referencia a su terrible etapa de lucha contra las adicciones en los 90’.