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Dormir en Cien años de soledad es posible. O en El amor en los tiempos del cólera o El coronel no tiene quien le escriba también. Y no, no es algo sacado de la imaginación o del realismo mágico de Gabo, o quizá sí.

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Estos nombres aunque son los títulos de la obra de Gabriel García Márquez también son como están nombradas las habitaciones del Hotel San Nicolás Colonial, otrora El Rascacielos donde vivió el Nobel en los años 50 cuando llegó a la ciudad para trabajar en EL HERALDO.

Ubicado en el centro de la ciudad, a un costado de la mítica iglesia de San Nicolás, este fue el lugar que recibió a Gabito recién llegado de Cartagena cuando andaba de 'gitano', con un saquito donde guardaba sus pocas ropas, como detalló su sobrino Gabriel Eligio García que así lo llamaba su madre Luisa.

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Allí, aconsejado por los taxistas del Paseo Bolívar terminó llegando a este lugar habitado, mayormente, por prostitutas y borrachos. Incluso, así está reseñado hoy en la entrada con un texto que dice: 'Era un hotel de paso habitado por prostitutas profesionales y borrachos irredimibles, en uno de cuyos cuartos de pobre, con una ventana que miraba hacia los arenosos almendros de la acera, vivió Gabriel García Márquez a principios de los años cincuenta. Apodado así por sus cuatro pisos en una ciudad de casas de una sola planta'.

Y es que hoy, a una década de haberse incendiado y a unos 7 años de haber pasado por un proceso de restauración, busca convertirse en una parada obligatoria para los amantes de la obra del Nobel pues su administración empezó un proceso para hacerlo un museo.

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Es así como las habitaciones llevan nombres de sus novelas siendo una de las más apetecidas Cien años de soledad, donde el propio Gabo durmió. Sus retratos en forma de fotos, pinturas, dibujos y hasta un árbol genealógico de su obra más importante en el que los nombres de los Aurelianos, Jose Arcadio, Remedios y más, adornan las paredes.