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En un blanco y negro y una relación de aspecto poco convencional en el cine actual, el cineasta peruano se adentra en el conflicto armado de su país para crear una historia en la que retrata la violencia y la muerte.

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Con la película Diógenes, su ópera prima, el creativo cuenta la historia de dos niños que son criados en aislamiento en Los Andes peruanos por su padre, un pintor de Tablas de Sarhua que intercambia su arte por provisiones en el pueblo.

Un día, Diógenes no se despierta, y los niños conviven con el cadáver de su padre durante tres días, esperando que despierte. Tras reconocer su muerte, Santiago y Sabina emprenden un viaje en busca de su pasado.

La película aborda temas de identidad, autosuficiencia y autoempoderamiento en un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre, reflejando la realidad de muchas familias peruanas en la actualidad.

Y es que al hablar de la violencia y del conflicto armado en su país, el cineasta considera que era imposible no tocar esos temas, pues todo discurso cinematográfico es una intención política.

“Todo discurso cinematográfico que se realiza desde el marco de un país y que retrata de alguna manera quienes viven dentro de ese país hace parte de una postura política histórica. Así yo hubiera hecho la película sin hacer ninguna referencia al conflicto armado interno, sin hacer ninguna referencia a la post violencia, sin hacer ninguna referencia a ningún conflicto político de manera intencional, igual la película hubiera tenido un discurso, sea que acercándose a lo que están alejándose del sistema”, dice el director.

Barbuy ofrece una ópera prima que reflexiona sobre las consecuencias del conflicto armado interno en Perú, explorando las secuelas emocionales y psicológicas en un entorno postconflicto.

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A través de una narrativa poética y una puesta en escena visualmente impactante, Barbuy utiliza elementos como movimientos de cámara verticales y travellings circulares para construir un mundo particular, sumergiendo al espectador en la realidad de una familia desarraigada que habita en un limbo entre la vida y la muerte.