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Su imagen, serena y maternal, se encuentra en el corazón de innumerables parroquias, capillas y hogares, irradiando una presencia que trasciende lo terrenal. Hoy es su día, fecha en la que los feligreses enaltecen a la Virgen del Carmen, mostrándose como una devoción que no distingue edades y generaciones, pues, une a todos en un solo latido de fe y esperanza.

(Levantan pico y placa de taxi y anuncian cierres viales por Virgen del Carmen)

La parroquia Nuestra Señora del Carmen en Barranquilla ha sido por décadas el punto de encuentro de miles de devotos que llegan para observarla y rezarle mientras está rodeada de un halo de velas encendidas muchas flores, todo un símbolo del fervor que les produce su imagen.

(Tren de la Virgen del Carmen recorrerá el Cesar y Magdalena)

Rocío Márquez es una de las que manifiesta con emoción una vida espiritual arraigada desde su infancia.

“La devoción a la Virgen María se la debo a mi mamá. Yo creo que ella era devota de la Virgen María desde que me tenía en su vientre, desde ese momento yo fui devota de la virgen y nunca se me olvidarán aquellos momentos en los que ella me traía a esta iglesia”.

(Primeras imágenes de Ramón Jesurun compareciendo ante una jueza en EE. UU.)

Rocío recuerda con cariño las visitas frecuentes a este templo, especialmente durante la novena de la Virgen del Carmen cada 16 de julio. Su devoción no se ha limitado a su infancia. Hoy, como adulta, su fe sigue siendo una parte integral de su vida.

“Gracias a Dios, no me he puesto a cuestionar la religión. Si nos dedicamos a algo determinado y lo consideramos correcto, esa devoción se convierte en una fe”.

(Yairo Moreno recibe la llamada ganadora: pasó los exámenes médicos en Junior)

Sin cuestionamientos, Rocío y miles de feligreses más, solo se han dispuesto a servirle, y no es un día como hoy la única fecha para celebrarla.

Ellos reconocen que el origen de esta festividad se remonta al año 1251 en Israel, cuando la Virgen del Carmen se le apareció a San Simón Stock, en ese entonces superior general de los carmelitas. Según cuenta la tradición católica, ese día la Virgen entregó sus hábitos y el escapulario, siendo este el principal signo del culto mariano de esa orden.