'Viajar, comer y vivir' es el gran tema de este año en Sabor Barranquilla, en donde el turismo gastronómico cobra fuerza, aquel en el que se recorren los territorios y se conoce su cultura.
Para ello, invitaron a un lugar mágico del Caribe: Mompox. Aunque siempre ha sido un destino que atrae por su historia, arquitectura y tradiciones, hoy se está consolidando como un epicentro de experiencias culinarias únicas, que seducen a visitantes de todas partes.
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El secretario de Turismo y Cultura de Mompox, Luis Alfredo Domínguez, compartió cómo la gastronomía local ha dejado de ser vista como una simple cotidianidad para convertirse en una razón poderosa que impulsa el turismo en la región.
'El turismo gastronómico en Mompox ha ido cogiendo fuerza. Veíamos nuestra gastronomía, bueno, porque estamos en el territorio, como algo cotidiano. Pero el turista mismo ha ido descubriendo sabores nuevos, comidas nuevas, platos nuevos, que nos han dado cuenta a nosotros y a los operadores turísticos de que eso puede explotarse'.
Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta evolución es el famoso queso de capa, un producto artesanal que ha capturado la atención de los visitantes por su singularidad y sabor. Este queso, que ha sido parte de la dieta momposina por generaciones, ahora se presenta como una experiencia inmersiva para los turistas.
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'Ya hay experiencias donde el turista puede ir, donde uno de estos señores que hacen los quesos, hace la experiencia de hacer el queso con sus propias manos, de enrollarlo, de ver el proceso, de escuchar cómo se hace, cuáles son los ingredientes y demás'.
Esta actividad no solo permite a los visitantes aprender sobre la elaboración del queso, sino que también los conecta profundamente con las raíces culturales de la región.
Pero el queso de capa no es el único protagonista de esta narrativa gastronómica. Los vinos artesanales elaborados con frutas tropicales, especialmente el decoroso, han comenzado a hacerse un nombre entre los paladares curiosos que buscan experiencias nuevas.
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'Tenemos vinos cuando vayan a la estada, van a tener la oportunidad los turistas de llegar a un sitio donde se hacen los vinos, ver todo su proceso, utilizar la aplicación y hacer una cata de vinos de todo ello', explicó.
Esta oferta enoturística en Mompox no solo se limita a la degustación, sino que invita al visitante a ser parte del proceso, apreciando cada etapa desde la cosecha de las frutas hasta la fermentación y embotellado.
