La docente de la Universidad de los Andes, Tatiana Andia de 44 años, quien fue diagnosticada con cáncer de pulmón incurable, ha dejado en evidencia que planea vivir con total plenitud sus últimos días de vida.
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Consciente de su realidad, Andia optó por tener “líneas rojas” en su vida —como lo denominó— para no tener que afrontar su enfermedad con quimioterapia, cirugías invasivas, entre otros procedimientos dolorosos por los que atraviesan las personas con cáncer.
Por el contrario, aprovecha el tiempo para compartir con su familia, salir de la rutina y despedirse de sus seres queridos. Además, se ha convertido en una fuente de inspiración debido a que su historia ha sido de domino público a través de sus columnas en el medio Razón Pública, cuyos escritos giran a torno a su travesía de vida.
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“Fui muy enfática desde el principio con que no quería estar en el hospital. Es algo que mi papá, mis médicos y mi esposo tenían muy claro. Así que estoy en mi casa, viviendo un proceso muy lindo de despedida. Siento mucha fortuna de celebrar en vida mi propio funeral. La gente viene, cuenta historias, recordamos momentos”, explicó Andia en diálogo con la BBC News.
Para Andia, nadie viene a la Tierra a sufrir y nunca fue su filosofía de vida, por el contrario, estableció “líneas rojas” para tener en cuenta “lo que estaba dispuesta o no a hacer”.
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“Algunos de mis oncólogos, con quienes he tenido una relación muy especial, han cambiado de perspectiva y se han dado cuenta de lo que puede pasar del otro lado, el del paciente. Lo valoro mucho porque es fácil decir que hay que ser empático y ponerse del otro lado, pero una cosa es decirlo y otra hacerlo”, relató la docente.
“Al desarrollar esa relación especial con ellos, me ofrecieron alternativas dentro mis parámetros para dar un poco más de mí. Y entonces uno pasa a otro plano. Reconoce las alternativas, las acepta, pero no dejas de preguntarte: '¿qué tanto las quiero?', '¿por cuánto tiempo?', ¿para qué quiero ese tiempo'?”
“A mí no me hace falta extender mi vida. No siento deudas. Lo que viví fue lo más pleno posible. Corto, pero sustancioso. Extender por extender no es lo que quiero hacer”, puntualizó.