En medio de la oscuridad que supone la enfermedad de Alzheimer, hay una luz brillante que ilumina el camino de los pacientes: el amor inquebrantable de sus cuidadores.
Este trastorno cerebral lentamente destruye la memoria y la capacidad para pensar, y con el tiempo las personas se olvidan de realizar hasta las tareas más sencillas.
Estos guardianes se entregan por completo a la tarea de cuidar a sus seres queridos, enfrentando cada día con valentía y determinación.
Por ello, EL HERALDO contactó a Yolanda Vendríes que tuvo a sus padres con la enfermedad, Milena Márquez que cuida a su madre y a Judith Álvarez que es cuidadora de su padre de 100 años. Las tres mujeres explicaron desde su experiencia cómo debe ser el cuiudado de una persona que sufre de Alzheimer.
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Dos casos distintos
Aunque los dos padres de Yolanda Vendríes padecían de Alzheimer, los casos fueron distintos. Esta cuidadora explicó que muchas veces las personas asumen esta enfermedad dependiendo de cómo fue su personalidad cuando estaban bien, aunque científicamente pierden la capacidad de razonar.
“La enfermedad de mi papá comenzó con depresión, porque él vendía seguros a la gente; cuando comenzó la era de la tecnología a mi papá ya no le iba tan bien y en aquella época se encerró en un cuarto de donde nadie lograba sacarlo”, contó Yolanda.
Esta cuidadora agregó que su padre Luis Armando Vendríes, un día se perdió en la ciudad al tomar un bus y no supo hacia donde se dirigía en el camino, pero por suerte reaccionó a tiempo y se devolvió a su hogar. Esto despertó sospechas en la familia, y en un chequeo médico determinaron que su padre comenzaba a sufrir de Alzheimer.
“Mi papá se volvió muy agresivo y la cuidadora que también nos colaboró durante tantos años, Mariana Mejía, era quien lo calmaba diciéndole que ella era su esposa y que no debía hacerle daño. Por el contrario, mi mamá la señora Beatríz Macías , fue muy feliz y tranquila, la gente pasaba y la saludaba, ella también devolvía todos los saludos, pero luego cuando se iban me preguntaba: ¿niña y esa quién es?”. La extraño mucho, pues ella falleció el 8 de septiembre y me acaban de entregar sus cenizas”, dijo Yolanda en medio de la tristeza que la agobia.
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Diagnóstico a los 64 años
Uno de los tantos síntomas es repetir constantemente las cosas, así fue como empezó el Alzheimer de Ángela De La Rosa, la madre de Milena Márquez.
“A mis hermanos y a mí nos afectó muchísimo ver a mi mamá así a una edad que nos pareció temprana, porque ella fue diagnosticada a los 64 años. Al principio teníamos discusiones porque pensábamos que eran solo cosas de mi mamá, pero con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que no era normal todo lo que hacía y decía”.
Milena contó, que a raíz de esos síntomas comenzó a buscar datos en internet, pues tener información a la mano es lo ideal en estos casos, pero con especialistas que sí puedan ayudar a resolver dudas.
“Una de las recomendaciones que hacen los especialistas es controlar la alimentación y llevar una buena dieta. El azúcar por ejemplo, es un inflamatorio para el cerebro, esto hace que las personas con Alzheimer se pongan agresivas, por lo que es bueno quitar de la dieta dulce, gaseosas y harina en exceso”, anotó.
A los 92 años olvidó todo
Jorge Álvarez cumplió el pasado 7 de agosto 100 años (al igual que el Junior), una fecha que celebró su hija y cuidadora Judith Álvarez. Esta mujer que ha demostrado ayudar incondicionalmente a su padre habló desde el amor.
“A pesar de la edad de mi papá, él a sus 90 hacía sus cosas solito. Nosotros descubrimos que mi papá tenía Alzheimer en unas vacaciones a Coveñas, le empezó a dar un ataque, lo llevamos de urgencia y no sabíamos qué era lo que tenía. Luego de unos estudios en Barranquilla se supo que era esto. Al principio yo me quería volver loca porque no sabía cómo controlar a mi papá, pero buscando la ayuda idónea supe qué hacer”.
A esto le sumó: “Esta enfermedad nos enseña a ser pacientes y empáticos, pero no se puede cuidar a alguien con Alzheimer sin amor”.