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La obesidad se ha convertido en una preocupación creciente en Colombia, afectando a millones de personas de todas las edades y estratos sociales. Es por ello que cada 24 de septiembre, el país pone su mirada en esta alarmante realidad que no puede ser ignorada.

Ante la problemática, la ley 1355 del 2009, estableció esta fecha como el Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad y la semana que la circunda como la de hábitos de vida saludable, que para este año corresponde del 22 al 29 de septiembre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, para el año 2022, 1 de cada 8 personas en el mundo es obesa. Esto representa aproximadamente 2.500 millones de adultos con sobrepeso, una tendencia que ha impactado gravemente en la población infantil.

En Colombia, aunque no se cuenta con cifras actualizadas desde 2015, datos internacionales reflejados en la revista The Lancet señalan que el país sigue la tendencia global con índices preocupantes: el 30 % de las mujeres, el 19 % de los hombres, el 12 % de las niñas y el 9 % de los niños sufren de obesidad.

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Principales desafíos

De acuerdo con el endocrinólogo Joaquín Armenta, el principal desafío que enfrenta el país es detener y reducir la incidencia y prevalencia de esta enfermedad, que continúa expandiéndose con una rapidez preocupante.

Lo paradójico de la situación, comenta el endocrinólogo, es que el mayor incremento se da en poblaciones de bajos recursos y con menor nivel educativo, siendo las mujeres el grupo más afectado.

“El papel del estilo de vida moderno es el elemento más importante que explica el incremento de los casos de Obesidad en todas las capas de la población, especialmente en los niños. Existen factores genéticos, ambientales, sociales, económicos y políticos en su incremento”.

Añade que es precisamente el incremento en niños y adolescentes la situación más preocupante. “No traten de engordar a un niño delgado, sino está desnutrido, ese está bien. Más bien traten de que un niño obeso se vuelva delgado, y ojo con esto, se puede tener sobrepeso y obesidad y estar desnutrido”.

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Consumir comida real

La dieta actual, basada en el consumo de alimentos ultraprocesados ricos en azúcares, grasas trans y sodio, ha desplazado a la alimentación tradicional. El especialista aboga por un regreso a la “comida real de los abuelos”.

Además, el endocrinólogo señala la influencia de la industrialización en la vida sedentaria que llevamos hoy en día. Las máquinas reemplazaron el trabajo físico, y, cada vez más, la población, especialmente los niños y adolescentes, realiza menos actividad física.

Esto, sumado al estrés impuesto por las exigencias del mundo moderno y los ambientes obesogénicos, como la publicidad masiva de productos no saludables, ha creado un caldo de cultivo perfecto para el incremento de la obesidad.

“Ellos no comían productos procesados, preparaban sus alimentos de lo que da la tierra, y de animales domésticos. El sedentarismo y la falta de actividad física es otro factor importante porque cada vez nos movemos menos”.

Ante este panorama, de acuerdo con Armenta, la lucha contra la obesidad en Colombia debe enfocarse en varios frentes: desde promover hábitos alimenticios saludables hasta aumentar los niveles de actividad física, especialmente entre los más jóvenes.

Es vital que se implementen políticas públicas que regulen el bombardeo de publicidad de productos ultraprocesados, sobre todo aquellos dirigidos a niños, y se fomente una educación más profunda sobre la alimentación en las escuelas y comunidades vulnerables.

Nomad_Soul/ShutterstockMujer haciendo ejercicioMujer con sobrepeso entrena en bicicleta estática en el gimnasio

Grandes riesgos

La obesidad también es un factor desencadenante para la aparición de otras enfermedades. Según la médica cirujana, Sandra Núñez, uno de los efectos más directos es la inflamación crónica que esta genera en el cuerpo.

“Esta inflamación está vinculada a un gran número de patologías, siendo las más comunes la hipertensión y la diabetes tipo 2. Ambos trastornos, además de estar estrechamente relacionados con la obesidad, incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, entre otros problemas graves. Además de complicaciones metabólicas y mecánicas”.

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Las complicaciones mecánicas causadas por la obesidad incluyen afecciones como la osteoartritis de rodillas, una enfermedad que destruye las articulaciones debido al peso adicional que estas deben soportar. La presión constante en las articulaciones genera desgaste y dolor crónico, lo que limita significativamente la movilidad y el día a día de quienes la padecen.

Otro aspecto mecánico que se ve afectado es el sueño. La apnea del sueño, una condición en la que la persona experimenta interrupciones respiratorias mientras duerme, es común en pacientes con obesidad. La especialista señala que, debido al exceso de peso, las vías respiratorias se obstruyen durante el descanso, lo que provoca que el sueño no sea reparador.

Tenga en cuenta estas recomendaciones nutricionales

Para la nutricionista, Diana de la Ossa, es fundamental enfocarse en una dieta rica en alimentos frescos y naturales. Aumenta el consumo de frutas, verduras, granos integrales, y proteínas magras como el pollo, pescado, y legumbres.

“Evita los alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares, grasas saturadas, y sodio”. Además, señaló que “la cantidad que comemos es tan importante como lo que comemos”.

Se debe aprender a identificar porciones adecuadas y evitar los excesos. Un buen truco es usar platos más pequeños o servir porciones menores y evitar repetir. Hay que beber suficiente agua durante el día, al menos 8 vasos. A veces, la sed se confunde con hambre, lo que nos lleva a comer cuando realmente necesitamos hidratarnos”.

Hizo énfasis en incorporar la actividad física en la rutina diaria. “Lo ideal es realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana, como caminar, nadar o montar bicicleta. Si puedes, añade ejercicios de fuerza”.