La estrella del rap y productor musical Sean ‘Diddy’ Combs, de 54 años, está viviendo quizá uno de los momentos más trágicos de su vida, pues no solo enfrenta las serias acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado que lo llevaron tras las rejas, sino también un miedo constante que podría estar alterando su vida en prisión.
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Según informes recientes de NewsNation, Diddy está tan paranoico que ha dejado de comer, temiendo que alguien intente envenenarlo dentro del Centro de Detención Metropolitano (MDC) en Brooklyn, Nueva York, donde se encuentra desde su arresto.
El exrecluso Larry Levine, quien tiene conexiones dentro de la cárcel, reveló en una entrevista lo que podría ser una de las razones del extraño comportamiento del magnate: “Imagínense si alguien pagara a alguien adentro para que envenene su comida... ¡Nadie pensaría nada al respecto!”. Levine, quien ha estado en el mismo centro penitenciario, afirma que la paranoia de Diddy podría estar llevándolo al límite.
Un arresto que sacudió su mundo familiar
Detenido bajo cargos que incluyen conspiración para extorsión, tráfico sexual y coerción, Diddy fue arrestado en Manhattan la semana pasada. Este golpe ha generado una sacudida emocional no solo para él, sino para su familia, en especial para sus siete hijos, quienes están atravesando un momento difícil mientras su padre enfrenta un oscuro futuro legal. Según reportes de la revista People, Diddy ha mantenido contacto breve con sus hijos desde la cárcel, preocupado profundamente por su bienestar.
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Para cuatro de sus hijos, esta situación es aún más devastadora, ya que no solo están lidiando con la detención de su padre, sino que también enfrentan la ausencia de su madre, Kim Porter, quien falleció en 2018. La familia de Combs, incluyendo a Christian (26), las gemelas Jessie y D’Lila (17) y Quincy (33), adoptado por Diddy tras la muerte de Porter, está en estado de “crisis y shock”, según fuentes cercanas.
Una familia rota en la sombra del escándalo
El rapero, que alguna vez fue visto como un padre devoto y protector, está siendo arrollado por el escándalo. Para sus hijos, Diddy no es el icono de la música o el magnate que millones conocen, sino “papá”. Un padre que, según un allegado a la familia, siempre ha sido “amoroso y devoto”, pero ahora está inmerso en una batalla legal que amenaza con cambiarlo todo.
Mientras tanto, el resto de sus hijos, Justin (30), Chance (18) y la más pequeña, Love, nacida en 2022, también lidian con las consecuencias de este difícil episodio. La situación se ha convertido en una tormenta emocional que ha dejado a la familia Combs tambaleante.
