José Fernando Herrera, conocido y querido en cada rincón de la ciudad como el Payaso Cara sucia, falleció en la tarde de este jueves 10 de octubre, tras una dura batalla con complicaciones de salud.
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“Hace rato venía mal del azúcar, con sus achaques. Tuvo una recaída hace unos meses, estuvo más de 15 días en la UCI, y aunque logró superarla, finalmente se despidió a las cinco de la tarde. Pero la función debe continuar. Ahora regalará sonrisas en otro plano”, dijo su hijo Miguel Herrera a EL HERALDO.
José Fernando Herrera deja un legado invaluable en la vida artística de Barranquilla. Su carrera, que abarcó más de 58 años, comenzó curiosamente un 12 de octubre, una fecha que el destino quiso que también marcara su despedida.
Su entierro, planeado para este sábado cierra un ciclo de risas, enseñanzas y momentos inolvidables.
Cara sucia fue un payaso que alegró generaciones y logró ser un maestro del arte y un defensor apasionado de la cultura barranquillera.
“Él siempre dijo que le haría un hijo a esta tierra sin haber nacido aquí. Amaba el Junior, defendía el Carnaval y creía firmemente en que la risa podía cambiar el mundo”.
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Con su maleta cargada de dolor, José Fernando llegó a Barranquilla para escapar de su pasado, pero encontró un nuevo hogar en la ciudad y en la actuación, su verdadera pasión.
Hoy, esa pasión y sus enseñanzas quedan en cada persona que tuvo el privilegio de cruzarse en su camino. Como bien lo expresó su hijo: “Fue un gran padre, amigo y maestro. Siempre le regaló una sonrisa a todo el que encontró”.
Gracias a su gran labor, en el 2022 fue merecedor del Premio Vida y Obra. “Esta distinción quiere decir constancia y trabajo duro, gracias al apoyo de los barranquilleros, me da mucho gusto recibir esto. La tradición seguirá con mis hijos y nietos”, dijo en su momento a EL HERALDO.
Su entrega, creatividad y carisma, se han visto recompensadas con diferentes reconocimientos por parte de: Festival Internacional de Payasos, La Feria de la Alegría, Asociación de Grupo Folclórico, la Alcaldía de Barranquilla, entre otros; todos estos logros otorgados por su trayectoria, aporte a la sociedad y a generar cambios positivos en las personas a partir del arte.
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Aunque su mayor característica es la risa, también ha tenido que enfrentar momentos que han disipado su alegría; desde hace más de 20 años venía luchando en contra de la diabetes, enfermedad que le arrebató su pierna izquierda en el 2018 y que lo ayudó a demostrar que no era un impedimento para continuar haciendo eso que tanto disfrutaba, regalar felicidad.
