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Los discos en acetato han vuelto a ser protagonistas, debido a la calidad del sonido que ofrecen estas pastas. Los artistas ahora tienen la oportunidad de grabar sus producciones de forma análoga (en formato LP), tal como se hacía en décadas anteriores para obtener un resultado de alta fidelidad.

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Los discos de larga duración eran prensados por una máquina que tomaba como insumo principal el PVC, material que compactaba para que luego los melómanos pudieran disfrutar de la música de sus artistas favoritos.

Desde el 18 de junio 1948 cuando ‘Columbia Records’ dio a conocer el primer Long Play, este fue uno de los formatos que dominó el mercado. La pasión continuó hasta finales de los 90′, debido a la llegada del CD y posteriormente de las plataformas digitales.

Cuando nadie lo imaginaba renació la fiebre de los tocadiscos hace unos cinco años, es por ello que muchos artistas de la talla de Coldplay, The Beatles, Rosalía o Taylor Swift se han preocupado por fabricarlos, siendo Swift la reina de este formato. Su álbum ‘The Tortured Poets Department’ batió récord en Estados Unidos al vender en una semana 700.000 LP.

Ante este fenómeno son varias las empresas que se han preocupado por seguir produciendo este formato sin ocasionarle mayor daño al medioambiente, debido a que el propio material con el que se fabrican, el cloruro de polivinilo (PVC o vinilo), es tóxico y complicado de reciclar.

Prácticas limpias

Para contrarrestar en la medida de lo posible estos efectos, han aparecido en el mercado compañías como la holandesa Deepgrooves, ubicada en Leeuwarden, y pionera en cambiar el mundo de la producción de vinilo. Su fundador Chris Roorda, un apasionado coleccionista de vinilos y DJ, se refirió a su propuesta creada a partir de los granos que funden para hacer un disco de vinilo.

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“Nos basamos en estabilizadores de calcio y zinc en lugar de los clásicos estabilizadores de metales pesados, que son altamente intoxicantes. Todas nuestras máquinas funcionan con energía verde, gas verde y energía solar, todas suministradas por proveedores locales. Además la tinta que utilizamos es ecológica y vegana”.

Muy cerca de allí está ‘Green Vinyl Records’. Se trata de un proyecto colaborativo entre ocho empresas holandesas cuyo objetivo es reducir la cantidad de energía y residuos utilizados en el proceso de fabricación de los discos de vinilo. En este caso, la apuesta pasa directamente por sustituir el PVC por un nuevo compuesto llamado EP808 que, según aseguran, “puede lograr un igual o mejor sonido, gracias a su espectro de frecuencia más amplio, no puede deformarse y también tiene una vida útil más larga”.

Cortesía

Un hit hecho en plástico

Toda la fiebre que ha causado ‘Moon Music’, el más reciente estreno de la banda británica Coldplay, trajo consigo una buena noticia para el medioambiente.

Este es el primer álbum que se lanza en el formato de disco de vinilo EcoRecord de 140 gr, y cada copia se ha realizado utilizando 9 botellas de plástico PET recicladas después del descarte post-consumo.

El plástico PET para esta edición se compone de un 70 % de plástico extraído del Río Las Vacas, Guatemala, evitando así que llegue al Golfo de Honduras y al Océano Atlántico.

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Las ediciones en CD de ‘Moon Music’ serán las primeras en EcoCD, creadas con un 90 % de policarbonato reciclado, generado tras el descarte post-consumo.

Del campo al tocadisco

La caña de azúcar no solo sirve para endulzar. Una empresa emergente del Reino Unido le apuesta a la fabricación de vinilos ecológicos, promoviendo alternativas basadas en plantas.

Durante cinco años esta compañía británica desarrolló EvoVinyl, que está compuesto principalmente de caña de azúcar (además de algunos “aglutinantes minerales naturales” y colorantes), aunque hay planes futuros para obtener ingredientes de la agricultura orgánica y regenerativa.

“Las pruebas realizadas hasta la fecha han mostrado un ahorro energético del 30 % si una planta cambia completamente a este producto”, afirmó para New Atlas, Marc Carey, CEO de Evolution Music. “Y se necesita un 50 % menos de tiempo para prensar un disco, por lo que se pueden lograr grandes ahorros de energía”.