La danza del Congo, uno de los pilares del Carnaval de Barranquilla, ha perdido a una de sus figuras más icónicas: Alba Ahumada, la primera mujer en romper barreras al vestirse con el tradicional traje del Congo. A sus 84 años, Ahumada dejó un legado invaluable tanto para el Congo Grande de Barranquilla como para la historia del Carnaval. Su fallecimiento, causado por problemas de salud, ha sumido a la comunidad carnavalera en un profundo duelo.
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Adolfo Maury, director del Congo Grande de Barranquilla, en diálogo con EL HERALDO desde España, manifestó que: “Es un momento de mucha tristeza, de mucho dolor. La señora Alba Ahumada representó un legado lleno de tradición. Fue la primera mujer en atreverse a vestirse de congo en una época donde predominaba el machismo y la figura del guerrero era exclusiva de los hombres”.
La valentía de Ahumada destacó no solo por su decisión de portar el vestido de congo, sino por hacerlo en un contexto social en el que su participación rompía con paradigmas establecidos. Desde los 17 años, esta mujer se convirtió en un referente al desafiar los estereotipos y demostrar que la tradición también podía ser representada por una mujer. Su determinación no pasó desapercibida. “Se colocó su vestido ante toda la oposición que había en ese entonces y de ahí inició una bella historia en el Congo Grande de Barranquilla. Fue una mujer guerrera, noble y luchadora, la danza del Congo ha perdido a su mujer más guerrera”, recordó Maury.
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Su impacto fue tan grande que su vida y trayectoria fueron reconocidas en una crónica publicada por EL HERALDO, publicada el 14 de octubre de 2018, la cual fue galardonada con el premio a la Mejor Crónica del Carnaval ‘Ernesto McCausland’ en la categoría Prensa, escrita por Keryl Brodmeier y con fotografías de Jesús Rico, bajko el título: ‘Una guerrera conquistó al Congo con los pantalones bien puestos’. Esta crónica es un testimonio del aporte que Ahumada hizo a esta fiesta patrimonial.
Una emotiva despedida
La comunidad carnavalera y la agrupación Congo Grande le rindieron al mediodía de este martes, un emotivo homenaje en su sepelio en Jardines de la Eternidad sede sur, danzando al ritmo de los tambores, como una forma de celebrar la vida de quien fue pionera y símbolo de resistencia.
Aunque en los últimos años se había apartado de las festividades debido a problemas de salud, su deseo de seguir participando nunca desapareció. Según relató Maury, “este año íbamos a hacerle un homenaje en los 149 años de nuestra danza, la íbamos a llevar en la Batalla de Flores en un vehículo adaptado para que pudiera estar presente. Aunque los misterios de Dios no nos permitieron cumplirlo, lo haremos en su honor y lo compartiremos con las nuevas generaciones”.
Alba Ahumada no solo deja un legado de lucha por la igualdad de género en el Carnaval, sino que su espíritu guerrero seguirá vivo en su familia. Alba Ahumada deja tres hijos y un legado que será recordado por siempre en la historia del Carnaval de Barranquilla.
