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Liam Payne, ese joven que conquistó el mundo con la banda británica One Direction, murió. A los 31 años su deceso se produjo en Argentina, luego de caer de un tercer piso. Inmediatamente las redes se inundaron de mensajes de despedida y recuerdos de este cantante que supo saltar del Factor X a los grandes escenarios.

Liam James Payne nació el 29 de agosto de 1993 en Wolverhampton, Inglaterra. Desde una edad temprana, mostró interés por la música y el entretenimiento, aunque tenía aspiraciones deportivas. Soñaba con ser corredor olímpico y se entrenaba todos los días desde muy temprano.

Su primera incursión en la fama llegó a los 14 años, cuando audicionó por primera vez para The X Factor. Aunque no llegó lejos en su primera oportunidad, su regreso dos años después, en 2010, cambiaría su vida para siempre.

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En esa audición, Simon Cowell lo notó de inmediato, pero no como solista. Junto a otros cuatro chicos – Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson – formó lo que más tarde se convertiría en el fenómeno mundial One Direction. Aunque no ganaron el concurso, no importó. La banda firmó con el sello de Cowell y el resto es historia.

One Direction: El fenómeno global

El impacto de One Direction en la cultura pop no puede subestimarse. Rápidamente se convirtieron en una de las boy bands más grandes de ese momento. Su primer álbum, Up All Night, lanzado en 2011, arrasó en las listas de éxitos en todo el mundo. Canciones como “What Makes You Beautiful” y “One Thing” se convirtieron en himnos para una generación.

Para Liam, esta era una etapa de aprendizaje. Su voz profunda y poderosa lo hizo destacar dentro del grupo, y su capacidad para conectarse con el público lo convirtió en uno de los favoritos de las fans. Con cada álbum – Take Me Home (2012), Midnight Memories (2013), Four (2014) y Made in the A.M. (2015) – One Direction fue consolidando su lugar como un pilar del pop moderno.

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Liam no solo cantaba, sino que también se involucró en la composición de canciones, mostrando un talento que pocos habían anticipado. Su rol en la banda no se limitaba a ser una voz más; se convirtió en uno de los líderes creativos detrás de algunos de sus mayores éxitos.

Sin embargo, todo lo bueno tiene un final. En 2016, la banda anunció un descanso indefinido, lo que permitió a cada miembro seguir caminos individuales. Aunque esto rompió los corazones de millones de seguidores, para Liam fue la oportunidad de reinventarse.

La carrera en solitario

Después del éxito de One Direction, las expectativas sobre lo que Liam haría a continuación eran altas. Mientras otros miembros de la banda tomaban rutas más experimentales, él decidió mantenerse fiel a sus raíces pop y R&B.

Su primer sencillo como solista, “Strip That Down” (2017), fue un éxito inmediato, mostrando una faceta más madura y atrevida de Payne. La canción alcanzó el número 10 en las listas de éxitos del Reino Unido y el número 3 en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos. Colaboraciones con artistas como Quavo, J Balvin y Zedd consolidaron su lugar en el mundo de la música como un artista independiente.

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A pesar de los desafíos de alejarse de la sombra de One Direction, Liam supo encontrar su voz en un mercado competitivo.

Su álbum debut, LP1 (2019), incluyó una mezcla de estilos que iban desde el pop hasta el trap, mostrando su versatilidad. Aunque no alcanzó el nivel de éxito que tenía con la banda, Payne demostró que podía sostenerse por sí mismo en la industria musical.