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El 20 de octubre de 2007, hace más de 17 años, el poeta paisa Carlos Framb Henao decidió ejecutar el plan que había acordado con su madre, Luzmila: darle a ella un coctel de morfina para acabar con su vida tras los constantes dolores y la decisión de ella misma de no querer vivir de esa manera. Querer morir. Morir dignamente.

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Su hijo, llevado por la compasión y por su forma de ver y entender la vida, aceptó hacerlo e incluso acompañaría a su madre en ese mismo viaje al tomar del mismo brebaje. Cuatro días después el poeta despertaría, vivo, con su madre muerta y acusado de asesinato.

A partir de ahí empezaría una batalla legal y moral para tratar de entender qué había pasado en este caso. ¿Asesinato o suicido asistido? Argumentos iban, argumentos venían. A favor. En contra.

El debate estaba puesto sobre la mesa y aunque casi un año después, en agosto de 2008, Framb fue absuelto, toda su historia conmocionó al país. 12 meses después, en 2009, lanzó el libro Del otro lado del jardín, en el que contaba toda su historia y la de su madre. Hoy, 15 años después de ese título, se estrena la película del mismo nombre que vuelve a traer interrogantes sobre qué es morir con dignidad y el dilema ético que supone.

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Dirigida por el cineasta nacido en Cali y criado en México Daniel Posada, y protagonizada por el estupendo Julián Román como Carlos Framb, la cinta se estrenó en la plataforma de streaming Max, acompañada de un elenco de lujo conformado por Juana Acosta, Christian Tappan, Vicky Hernández, Yuri Vargas, Luis Fernando Hoyos, Juan Sebastián Calero, entre otros.

Precisamente, para conocer más detalles de esta película y todo el debate que ha generado, EL HERALDO conversó con Julián Román y el director Daniel Posada.

Una conversación necesaria

Para el equipo de esta producción, la película llega en un momento que permite generar una conversación acerca de la muerte digna, el suicidio asistido.

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“Este es un país donde todavía se discute si el cuerpo de la mujer es libre o si el Estado tiene que decirle a cada mujer qué tiene que hacer con su cuerpo. Imagínense ahora con una decisión de vida y de muerte, entonces yo creo que esta película llega en un momento preciso, en un momento muy interesante, un momento en el que se puede abrir una discusión, donde se puede ver un punto de vista que da la película y no es uno solo. Yo siento que la película abre un debate a muchos temas, porque en esta cinta se ve el tema familiar de Carlos Framb, el tema social, el tema filosófico, religioso, económico”, explica Román.

El director, Daniel Posada, agrega: “En general estamos muy polarizados como sociedad, hay opiniones muy fuertes y hay muy poca capacidad de empatizar o de escuchar al otro lado. Y siento que esta ‘peli’ toca un tema muy importante que es la empatía, este viaje que tiene Gloria, la fiscal, que no puede ser más diferente al personaje de Carlos Framb, y cómo logras a lo mejor entender un poco a los demás y a respetar los derechos del individuo”.

Max/Cortesía

No juzgar a Carlos

Por otra parte, para Julián Román gran parte de su trabajo como actor en esta película fue no juzgar a su personaje, no poner en tela de juicio sus acciones, ni para bien ni para mal, pues esa es una decisión que debe tomar el espectador.

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“Desde los primeros días hablábamos de eso, por dónde va toda la película. Esto es de amor, esto es pasión, esto es una tragedia completa y las palabras siempre fueron empatía y amor. Por ahí empezamos a buscar a Carlos, entendiendo esa filosofía de vida tan interesante que él tiene. Es una persona atea que cree completamente que la muerte es un paso maravilloso en su vida, que no es una tragedia, que no es algo oscuro, que él la quería buscar de la forma más plena, más consciente, sin violencia y eso nos dio un mundo maravilloso para empezar a llevar a Carlos a través de esta tragedia que tenía, que era la agonía de su madre”.

Y todos estos dilemas se van entendiendo gracias a la manera en que está contada la película, que no es de manera lineal, sino que va dando saltos en el tiempo para comprender la forma de ver la vida de Framb. “Tienes flashbacks que te van dando este entendimiento y que te van haciendo sentir cosas para que puedas acompañar a Carlos o a Gloria, o a cada quien más en su recorrido”, finalizó el director.