El universo narrativo que dio pie a una de las historias clásicas del cine está de vuelta. Oz, ese lugar encantador que el mundo conoció con El mago de Oz regresa en forma de musical con la cinta Wicked, que se estrena este jueves en salas para llenar de canciones los cines.
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La superproducción llamada a romper taquillas cuenta en su elenco con la cantante y actriz Ariana Grande, así como Cynthia Erivo, la ganadora del Óscar Michelle Yeoh o Jeff Goldblum. En la dirección aparece Jon M. Chu.
Wicked, la primera entrega de las dos partes en las que se dividirá la historia, sigue la aventura de Elphaba (Cynthia Erivo), una joven de piel verde y poderes sobrenaturales, hasta convertirse en la Malvada Bruja del Oeste, así como su amistad con la bruja buena Glinda (Ariana Grande).
Las brujas Oz
La historia revela el mundo fantástico de Oz mucho antes de que Dorothy, la protagonista de la clásica película El Mago de Oz (1939), llegara al mágico reino.
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Esta es una precuela contada a través de los ojos de Elphaba, la Bruja del Oeste, una joven despreciada por su inusual color de piel verde y acostumbrada a la soledad.
En la Universidad de Shiz, Elphaba conoce a Glinda, una joven hermosa, popular y privilegiada. A pesar de sus grandes diferencias, ambas inician una amistad inesperada, pero transformadora, que marcará el destino de Oz y sus habitantes para siempre.
Un encuentro con el malvado Mago de Oz cambia el curso de la historia. Elphaba, que creía admirar al Mago, descubre que es un tirano que utiliza el miedo para mantener el control de Oz.
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El destino divide los caminos de las amigas: Elphaba se convierte en la temida Bruja Mala del Oeste que busca justicia, a pesar de ser malinterpretada y odiada, mientras que Glinda se transforma en la adorada Glinda la Buena.
El peso de la historia
El director Jon M. Chu reconoció haber sentido el peso del legado de una saga que nació con el libro El maravilloso mago de Oz de L. Frank Baum (1900), que la película El mago de Oz llevó al Olimpo de la ficción (1939) y que Gregory Maguire convirtió en la novela Wicked en 1995.
“Al principio tenía la sensación aplastante de que muy pocos directores consiguen construir Oz. Es como un viejo amigo. Pero cuando lo revisas, te das cuenta de que no lo conoces tan bien y debes encontrar tu camino en el tornado. Así que quisimos llevar a la gente a la edad de oro de Hollywood para presentar este gran cuento de hadas, el mayor espectáculo que podemos imaginar”, dijo Chu.
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El cineasta explicó que los intérpretes tuvieron que “ser vulnerables” y “mostrar sus heridas”, porque no se encontraban solo ante la adaptación de un musical, sino ante la búsqueda de “la verdad de unos personajes que hemos conocido durante mucho tiempo en la iconografía del cine”.
