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El sello de calidad es una cuota indeleble que todos, ingresando a cierto momento de la vida, buscamos ratificar a través de cada una de nuestras acciones. Ocasionalmente existen reconocimientos —como en la academia los diplomas o en el ámbito policial el Reconocimiento a la Excelencia—, que estimulan la persecución en dirección hacia lo magistral. Sin embargo, para Benji Cordero ninguna medalla o trofeo es mayor recompensa que escuchar a su mamá cantando las canciones, en el cotidiano acto de colgar la ropa una vez lavada en el tendedero.

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Hecho y derecho en las calles de Barranquilla, Benji sintió el suave cosquilleo de la música como mariposas en el estómago de los enamorados y decidió que en las notas musicales estaría el rumbo que cambiaría su vida. Y no se equivocó. Con un prometedor talento para la composición de letras, este artista ha trabajado con personajes al nivel de Gusi o Andrés Cepeda, y con guitarra a bordo, este 2024 decidió emprender un camino por la música bajo su propio sello.

De hecho, recientemente salió a la luz su más reciente sencillo, Tus Besos, que poco a poco se abre paso en las listas de popularidad de Internet. Para promocionarlo, así como para hablar de una vida que define como un constante cumplimiento de sueños, el artista visitó las instalaciones de EL HERALDO para una extensa conversación. A continuación algunos apartados.

Orlando AmadorBenji Cordero, cantautor barranquillero

Hace tiempo vi un anime que me recomendó un amigo, se llama ‘Fullmetal Alchemist’ y, en un capítulo, los protagonistas explican que todo es uno y que uno hace parte de todo. En ese sentido, ¿crees que la música es tu uno y que hace parte en todo de ti?

Yo creo precisamente en lo mismo desde un principio, cuando comenzó toda esta aventura de la música. Llevándolo a la música, creo que acá encontré una manera de divertirme más allá de lo que se puede ganar a lo largo del camino. El reconocimiento para mí, quisiera que fuera siempre de diversión y que cuando la gente piense en mi arte sea para parcharse, estar tranquilos, y en resumidas cuentas, disfrutar.

La carrera apenas empieza, pero, ¿qué es lo que más has disfrutado hasta ahora?

Yo comencé siendo guitarrista del maestro Cabas cuando tenía 16 años. Era mi época favorita y nunca volverá, pero lo digo porque el tiempo pasa (risas) porque no se puede echar el tiempo para atrás, también estaba el colegio porque desde ahí es que comienzas a darte cuenta. Yo quería ser futbolista. No era tan malo (risas), pero con la música todo llegó de un modo en el que no sabes cómo va a venir, pero ocurrió y fue un clip inmediato. Una vez tuve una guitarra en mis manos supe que eso quería para toda la vida.

¿Y qué ha sido más significativo? Digo: hay unos Latin Grammy ya en la repisa...

Sí, ha habido premios y nominaciones y mucho trabajo en general, pero hace poquito llegué a casa, mi mamá no me escuchó y la vi cantando una de mis canciones. Creo que tuvo un valor mucho más importante que cualquier premio o cualquier canción que haya escrito para otra persona. Ella estaba tendiendo una ropa en el patio y vi cantando la vida la vi cantándome canción y la grabé sin que se diera cuenta y al final se dio cuenta y fue como que uy, me pilló (risas), pero siento que eso ha sido lo más bonito.

Ella duró cantando esa canción como dos semanas y para mí fue valioso, sobretodo, porque te das cuenta que estás invirtiendo tiempo en algo que, si así llena el corazón de ella, también puede llenar los corazones de las demás personas. Además que también me sirve como termómetro, porque pienso ‘si a mi mamá le gusta tanto que la canta, no va a ser difícil que se abra con otras personas’.

Ahora hablemos de ‘La historia de Juana’, una canción que comienza a abrir puertas en un país tan complejo para la industria como México...

¡Esa historia es todo un cuento! Te voy a contar la verdad. Yo tenía dos semanas, porque mi productor me escribe que estaban buscando en México quien escribiera un tema para una novela que saldría en México y sería un reencauche de una exitosa serie norteamericana: Jane The Virgin (ganadora del Globo de Oro en 2015). La versión es español es Juana La Virgen, y se trata de una pelada que queda en embarazo a través de inseminación artificial.

En fin, yo tenía dos semanas y el día definitivo yo estaba en el estadio, jugaba el Junior, y en pleno partido me escribe mi productor a preguntarme cómo iba el tema porque teníamos que enviar. Huber, te confieso que yo no había hecho nada nada nada (risas). Entonces sentí que la consciencia me mataba y pedí un Uber desde el estadio a mi casa, que me cobró como $400 mil pa’ sacarme del Metropolitano.

Llegué a mi casa y le escribí a mi productor como tratando de suavizar la cosa, entonces él me cuenta del guion, que él sí lo había leído, y cuando empiezo a pensar entiendo que la historia se trata de un dilema y todo lo demás se vino a mi mente: Es algo que ella no vio venir.

Me acuerdo que me inspiré en Rubén Blades, en ‘Ligia Elena’, haciendo una especie de match entre las dos historias, de cómo hay rechazo pero también mucha voluntad desde el amor. Y la letra salió en media hora, y bueno, fue un palo total.

¿Qué pasó después de enviada la canción?

Fui a cantar a la Premiere, era una producción de Televista, imagínate, y también pude pasar tiempo con mi productor, él y yo no nos conocíamos en persona porque siempre trabajábamos él en México y yo por acá y de hecho llego a esto es por él, porque a él le dan toda la musicalización y me invita.

En el set de Televista hay un espacio llamado la Calle Roberto Gómez Bolaños, y después que lanzamos la canción, a pesar de que no tenía esa pretensión de volverse un hit, sí comenzó a sonar y fuerte en México, le ha ido bastante bien, entonces comenzaron a construirse muchas cosas desde ese momento.

Musicalmente México y Colombia son dos países que se parecen. Pero, ¿qué sentiste así bien palpable en cuanto a diferencias?

Muchísimas cosas, primero que hay mucha más gente, pero siento que en México todavía hay el fan, sabes, ese que si yo salgo de acá está allá afuera esperándome para una foto. En un momento yo me subí a un Uber y me preguntaron si yo era el de la canción y fue para mí muy estimulante.

Esa especie de calor siento que nos cuesta darla como que un poco, pero bueno, también es claro que nadie es profeta en su tierra, aunque también hay momentos en los que Colombia también te hace sentir muy especial.

¿Y es difícil la industria?

Siempre, pero toca surfear (risas).

Ahora hablemos de redes sociales porque es muy marcado que, para crear hits, también es necesario tener una presencia en TikTok. ¿Qué opinas al respecto?

Bueno, yo no soy la clase de persona que cuenta su día a día con todo el detalle y la cosa (risas), pero le he cogido cariño porque también he sentido cariño, y al final, es algo que también necesitas. Actualmente tengo un vínculo con Warner Music del cual me siento muy pero muy honrado, porque decidieron confiar en mí aún cuando una carrera muy desarrollada.

Orlando AmadorBenji Cordero, cantautor barranquillero

¿Qué te gusta y qué no tanto en el público barranquillero?

De mi ciudad amo todo, desde el gris cuando llueve hasta el sol en todo su resplandor. Yo creo que el barranquillero sí o sí lleva el ritmo y el Caribe en la sangre porque el público es exigente con la música que escucha.

Sin embargo, lo que a veces me desilusiona un poco es que en la costa últimamente han optado porque consideran éxito lo que tuvo el viral por redes y algo que esté viral en redes no necesariamente es sinónimo de que sea algo.

Eso obviamente desilusiona un poco al artista, que está haciendo algo y se toma el tiempo. Es como cuando tú llevabas la maqueta de química al colegio, que la hiciste matándote y trasnochándote con tu mamá y te ponen un 10 y estás contento porque recompensa tu esfuerzo, pero después llega otro pelado que le pagó al vecino y se la hizo la mitad de lo bueno y el profesor también le pone 10 a él. Te queda como ese sentimiento de que es injusto. Pero bueno, es por eso que surfeamos (risas).

¿Qué artista te inspira más y por qué John Mayer?

(Risas) ¡Eso es trampa! No mentiras, pero es mi artista favorito. No lo he dejado de escuchar desde el colegio. Magistralmente bueno.

Si cambiáramos la cara en los billetes de $50 mil, para que no fuera García Márquez sino un músico o artista clave en la historia de Colombia, ¿quién debería estar para ti?

Diomedes Díaz. Sin duda alguna. Piensa en esto: Diomedes fue tan genio que yo diría que el único Rockstar de verdad que ha tenido Colombia, ha sido él. Fue tan grande que, así como si Michael Jackson estuviera vivo todos quisieran grabar con él, lo mismo sería con Diomedes.

Karol G, Maluma, todos se morirían por cantar con Diomedes.

¿Cómo te ves en cinco o diez años?

De verdad sueño con una carrera autosostenible y con más nominaciones, ya no por haber sido uno de los compositores en un trabajo del maestro Andrés Cepeda, a quien admiro y respeto con todo el corazón, sino con mi sello personal.