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Hizo que todos vieran que la Luna de Barranquilla tiene una cosa de maravilla. La eterna novia de esta ciudad, quien partió el 3 de junio de 2011 no ha sido olvidada por ningún ciudadano que continúa reconociendo el legado de una artista que año tras año es inmortalizada en el desfile nocturno más importante de la Fiesta.

La Guacherna, evento de la cual fue pionera, no es la única fecha en la que le rinde tributo, pues el Día Nacional de Esthercita Forero, declarado oficialmente en 2021 gracias al liderazgo del senador Arturo Char y el representante César Lorduy, busca rendir homenaje a esta icónica cantautora nacida un día como hoy en 1919.

No es casualidad que esta fecha coincida con el espíritu navideño: Esthercita, con su inigualable talento, supo llevar el alma barranquillera a cada rincón del país y el mundo, iluminando corazones con su música.

El legado de Esthercita está lleno de himnos que sonaron desde las calles polvorientas del viejo Barranquilla hasta los grandes escenarios del Caribe. La Luna de Barranquilla, Volvió Juanita y Mi vieja Barranquilla son solo algunos de los temas que marcaron generaciones. Con sus letras siempre le hizo un homenaje a la ciudad que la vio nacer y al espíritu de su gente.

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Esther Forero fue compositora, cantante, folclorista, realizadora radial y publicista. Y, como se reconocía en una de sus canciones– aunque en tono sarcástico y contestatario, una caminadora. Pero caminadora no en el sentido con el que pretendían tacharla, sino caminadora por distintas regiones de Colombia y buena parte de América.

Por el centro de Barranquilla, antes de cumplir 18 años, para subsistir y ayudar a su mamá. Por la zona ribereña del Magdalena, a finales de 1937, donde estudió e investigó las músicas populares mientras trabajaba como agente vendedora para una empresa farmacéutica. Por Venezuela y Panamá, sus primeras conquistas internacionales. Por República Dominicana, Puerto Rico y Cuba, donde se convirtió en una embajadora de su folclor. Por Nueva York, donde alcanzó la cúspide de su carrera.

A partir de 1960, al regresar a Barranquilla luego de una gira internacional de 11 años, Forero creó aquellas famosas piezas dedicadas a su ciudad, las que le otorgaron su mayor reconocimiento entre el público masivo y la hicieron merecedora del apelativo la Novia de Barranquilla.

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Con composiciones como Volvió Juanita, La luna de Barranquilla, Mi vieja Barranquilla, La Guacherna, Tambores de Carnaval, Tierra barranquillera, Los barcos del Magdalena, Palito de matarratón, entre muchas otras, se ganó el amor de los barranquilleros y se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos de la ciudad.