La poesía tiene una capacidad casi mágica de transformar lo cotidiano en extraordinario a través de los versos. Eso pudieron sentir los visitantes al segundo día de la Feria Internacional del Libro de Barranquilla, Atlántico y el Caribe cuando presenciaron un recital de mujeres poetas del Caribe colombiano.
Teniendo como líder a la poeta y escritora sucreña, Dina Luz Pardo, cada una de ellas empezó a tocar las fibras del público gracias a las letras que emanaron de estos poemas protagonizados por la sensualidad y rebeldía de la mujer.
La primera en hacerlo fue Yaneth Álvarez, mujer Zenú del cabildo indígena de Chinú. Es una docente de filosofía, magíster en educación e interculturalidad, poeta, investigadora social, tallerista literaria, gestora cultural, locutora y reportera.
“Gracias por estar aquí, gracias a cada uno por ser y estar. Desde mi sabana cordobesa, quiero dedicarles estos poemas”.
Yaneth inició su recital con el poema Indio, una oda que reconoce el legado indígena y denuncia las injusticias del pasado. “Te llamaron indio. Tú, nativo de la raza humana. Pero hemos buscado tus voces y secretos… ¿O acaso los hemos sepultado en la sombra y en el tiempo?”.
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Dedicó sus últimos versos a las mujeres colombianas que luchan en los rincones olvidados del país. En su poema ‘Pescadoras’, celebró la conexión casi espiritual entre las mujeres y el río Magdalena, resaltando su valentía y su relación con la naturaleza.
“El último vislumbre del sol es el inicio de la diaria faena. La danza valerosa con el agua, de las pescadoras del banco… Acto milagroso de resistencia”.
Por su parte, la docente y poeta Rosa Chamorro ofreció un emotivo recital dedicado a su abuela y a las memorias que fluyen como los ríos en su obra. Rosa, quien es docente de cátedra en la Universidad del Magdalena, agradeció a la poeta Dina Luz Pardo por crear este espacio donde las voces poéticas del Caribe se unen para celebrar la literatura.
“Mil gracias a todos y todas por estar aquí escuchándonos. Esto solamente lo puede hacer Dina Luz: reunirnos desde distintas partes del Caribe a compartir poesía”.
Chamorro comenzó su intervención con ‘Cantares de los ríos’, un poema impregnado de evocaciones hacia su abuela, Josefina, figura central en su obra poética.
“En mi abuela había quedado algo de los ríos. Tan suyo que lo llevaba de un lado para el otro. Yo esperaba volver en una de sus corrientes para salvarme.”
En Oración, Chamorro hace un llamado desesperado a su abuela para que la proteja del caos del mundo, mientras entreteje imágenes de un pasado que se niega a desaparecer.
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“Sálvame Josefina, antes que el mundo me arroje al desquicio de sus ruidos... Méseme en ese vaivén que solo conocen hombres y mujeres de pasos en fuga”.
El recital continuó con ‘Trenzar el cabello’, un poema que reivindica las tradiciones y la conexión con la tierra y los ancestros.
“Tejeremos nuestras trenzas apretando sus raíces a la tierra. Ellas son las dueñas del camino y nuestro único motete... Trenzaremos nuestras trenzas para que regresen los ancestros, canten bajo el ala de nuestras voces.”