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La la inclusión y la equidad son cada vez más necesarias en la sociedad, por ello la Fundación Glamurosa de Soledad, se proyecta como un espacio de esperanza y empoderamiento para mujeres en situaciones vulnerables y niños de todas las edades.

Con un enfoque innovador que combina la moda, las artes, el modelaje y la danza, esta organización busca transformar vidas y fomentar la autoestima en comunidades que a menudo se sienten marginadas.

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Aunque fue fundada desde el 2009, hace tan solo un año su director Gregorio Gutiérrez logró legalizarla. Actualmente cuentan con el apoyo de varios centros comerciales para mostrar sus diseños y creaciones en pasarelas, puesto que no cuentan con una sede propia.

EL HERALDO conversó su director y algunos integrantes de la fundación, quienes contaron sus experiencias y aprendizajes en la misma.

Trabajar desde los valores

Se dice que todas las fundaciones que existen en el mundo trabajan desde los buenos valores, pero este objetivo muchas veces se torna difícil teniendo en cuenta que muchos de los lugares donde se materializa este propósito son marginados.

“Siempre quise una fundación donde se trabajara el arte, pero el arte de saber comportarse y también los buenos modales sobre todo, porque en Soledad hay muchos barrios vulnerables. No había tomado la decisión de legalizarla porque esto exige mucho papeleo”, contó Gregorio a EL HERALDO.

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Para Gutiérrez es importante que sobre todo los niños y adolescentes que hacen parte de Fartglam aprendan a relacionarse, y aunque han tocado muchas puertas, aún no han recibido el apoyo que necesitan para esto.

“Las personas jamás verán a mis niñas bastante maquilladas, solo cuando tienen alguna presentación, eso sí usan muy poco maquillaje. Para los chicos es lo mismo, todos deber tener respeto con sus compañeras, ellos las cuidan y las tratan muy bonito porque eso es lo que hemos sembrado en ellos”.

Grandes esfuerzos

A pesar de que muchas puertas se han cerrado para esta fundación, los integrantes y su director no han dejado de luchar. Con el tiempo lograron conseguir convenio con centros comerciales y con el Parque Muvdi, que les han abierto sus puertas para dar shows de danza y mostrar en pasarelas los diseños que hacen.

“A veces nos da mucha tristeza que por lo menos la alcaldía municipal no apoye este tipo de proyectos que pueden favorecer significativamente a madres cabeza de hogar, a los niños y jóvenes con el fin de que hagan algo útil en sus vidas cuando no están en la escuela. En estos tiempos es fácil que ellos tomen otro rumbo”.

Una gran proyección

Todas las artesanías y prendas que hacen las madres para las pasarelas de la Fundación Glamurosa son vendidas como pan caliente, pues a muchas personas les parece que este trabajo debe ser valorado, teniendo en cuenta que talento sí hay.

Orlando Amador

“Las artesanías y las prendas que hacemos acá se venden enseguida, primero porque la hacemos con ese fin, ya que recolectamos ese capital con eventos que hacemos de rifas y demás; y porque las manos que tenemos aquí son mágicas”, dijo Gregorio.

Todos esperan que pronto puedan tener la posibilidad de dar sus clases, de música, etiqueta, modelaje y artesanías en una sede propia. Para esto seguirán proponiendo este proyecto y tocando puertas en distintos lugares del Atlántico.

Esperanza y apoyo

Beatriz Durán quien lleva cuatro años siendo parte de Glamurosas, contó cómo esta fundación ha cambiado su vida y también la de su hijo.

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“Yo me enteré de esto por un sobrino y luego ingresó mi hijo, ya que él la acompañaba a los ensayos de danza. Y ver cómo los chicos demuestran su talento me hace sentir orgullosa, además hemos vivido muchas experiencias bonitas y las mamás que apoyamos a nuestros hijos en esto del arte queremos que ellos en algún momento se den a conocer, ya sea como modelos o bailarines”, expresó.

Por su parte, Adrián Lemos un chico de 15 años, que se desenvuelve como modelo y bailarín contó lo mucho que le gusta pertenecer a Glamurosas.

“Me gusta que cuando llego a los ensayos de modelaje o de baile me relajo y me olvido de muchas cosas. También me gusta que el profe Gregorio nos enseña que siempre debemos ser unos caballeros con nuestras compañeras y eso hace que exista un respeto de ambas partes”.

Orlando Amador