La época de Navidad y Fin de Año son sinónimos, entre muchas otras cosas, de comunión. De familias alrededor de la mesa compartiendo y reuniéndose después de 12 meses en los que quizá no se han visto, no se han dado un abrazo.
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Es por ello que la comida sirve como ese punto de encuentro para recordar vivencias y momentos que nos han hechos felices. Y si hay alguien que conoce de ello a la perfección es la chef monteriana Diana García, quien desde los 10 años de edad ha vivido en medio de ollas, postres y todas las delicias de la cocina Caribe.
“Mi mamá era muy buena cocinera en la casa, para la familia”, explica la egresada del Culinary Institute of America (CIA) en los años 80 mientras añade que de ahí empezó ese gusto por la cocina, por ese arte de servir a los demás los alimentos que no solo llenan el alma, sino que generan recuerdos.
“Los sabores, los olores y la vivencia de los momentos. Yo creo que la elaboración de los platos y además la vivencia cuando se comparten con las personas lo lleva a uno a momentos ya sean de alegría, tristeza, euforia o rabia”, dice la chef.
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Y en ese sentido, haciendo un viaje de introspección a los sabores que la formaron tanto en su natal Montería como en Estados Unidos, la reconocida chef a la que en 2009, la Alcaldía de Barranquilla le otorgó el Premio Distrital de Gastronomía por su valioso aporte a la difusión e investigación de la cocina de la Costa Caribe colombiana, lanzó Diana García: Chef en movimiento, un recetario ideal para encontrar la inspiración para esta época navideña.
Un viaje culinario
En estas 95 recetas conviven de manera armoniosa y natural lomo saltado y una carimañola, una posta negra y una ensalada de arroz salvaje, un mote de queso y un salmón sobre tabulé, sin dejar de lado los quibbes, el tahini o el famoso cayeye.
Esta variedad de platos refleja a la perfección la personalidad de la chef Diana García, donde la tradición es sin duda la responsable de abrir el camino hacia la innovación culinaria que recoge la cultura de su territorio a orillas del Sinú.
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“Había recetas que desde un principio sí tuvimos claras, como la posta, pero también había que tener algunas que fueran vivencias de la familia, como por ejemplo el pato en leche de coco, y así sucesivamente se fueron dando las cosas hasta que llegamos a esta colección de recetas. También pensando en esos sabores que han sido tan nuestros, y que han sido tanto de mi estilo, de mi cocina, cosas de Montería, de Córdoba, del Caribe, el ñame, coco, plátano, la berenjena, que allí tenemos una influencia de la inmigración árabe”, detalla a EL HERALDO.
Pero, todos esos sabores terminan mezclándose con su experiencia en EE. UU. , siendo graduada de la misma alma mater de reconocidos chefs como Anthony Bourdain, Charlie Palmer, Grant Achatz, Cat Cora y el mexicano Enrique Olvera.
“Yo estudié con una influencia muy europea, y eso es lo que he llevado en mi restaurante en Bogotá a través de estos 20 años, una mezcla de esas vivencias en Montería, en Córdoba, más todo lo que yo aprendí en EE. UU.”.
Un golpe a la nostalgia
Pero, regresar a su tierra y rebuscar en los cuadernos que escribía a mano su madre Haydée García Burgos, como el arroz encebollado con queso al horno, el pato a la naranja, el suflé de zanahoria, la torta de dátiles y la boronía, era de cierta manera volver al pasado. Poder crear una máquina del tiempo a través de la memoria y el paladar.
Por ello tiene claro los sabores que le recuerdan a su niñez. “La ciruela pasa, el coco, el plátano maduro, mi mamá, idolatraba el plátano maduro, y todo lo que ella pudiera poner de plátano maduro, en muchas cosas lo hacía. Ella preparaba cosas muy nuestras, como la costa negra, al almuerzo, yo me acuerdo que la comíamos salada, a veces, no siempre, de noche, cuando la hacía, era dulce con un poco de panela”.
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También, el olor a la canela es algo que le recuerda a su madre, la carne en anafe es otro momento que aún siguen haciendo en su familia precisamente para recordar esos momentos.
Finlamente, este libro editado por María Lía Neira, ya se encuentra disponible en todas las librerías en una invitación a hacerlas pues sus recetas fáciles despiertan la pasión por cocinar, invitan a compartir entorno a la mesa o inspiran a quien sueña con convertirse en un cocinero diestro.
