Su tono de voz es fuerte, denota vitalidad, y su discurso está cargado de sabiduría. A sus 81 años Alfredo Gutiérrez, juglar de la música vallenata, el porro y la cumbia, sigue vigente haciendo música nueva y también desempolvando algunos clásicos del folclor nacional para darles una nueva vida y acercarlos a las nuevas generaciones, sobre las cuales sin pelos en la lengua sostiene que viven fascinadas con tanta ‘salchipapa’ (nuevas fusiones vallenatas).
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Y es que cuando habla infunde respeto, ya que ha sido el único acordeonero capaz de conquistar en tres oportunidades la categoría Profesional en el Festival de la Leyenda Vallenata. Como si esta hazaña fuera poco, fue dos veces campeón mundial del acordeón en Alemania y también ostenta destacadas distinciones en países como México y Venezuela.
En una amena conversación con EL HERALDO, este músico conocido como ‘El Rebelde del Acordeón’ compartió detalles de su nueva versión del clásico porro Majagual, una canción que marcó los orígenes de los Corraleros de Majagual. Este emblemático tema, que en su versión original de 1960 solo tenía un pegajoso coro que decía: “Para Sincelejo”, ahora renace con dos estrofas que exaltan las raíces sabaneras y la alegría de las fiestas de corralejas.
La letra dice: “Sincelejo es la ciudad floreciente de la sabana, y el que a Sincelejo va, de volver le quedan ganas, cuando el divino hacedor fabricó la especie humana, puso en la sincelejana todo el fuego del amor”, entona el maestro Gutiérrez.
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Hace una breve pausa, toma algo de aire para darle rienda a la segunda estrofa: “En el porro se refleja la alegría sin igual, la fiesta de corraleja en la plaza Majagual”, y de inmediato explica que Majagual es la plaza original donde se hicieron las primeras fiestas de corraleja.
En este nuevo arreglo, además de honrar las tradiciones de la plaza de Majagual, el juglar busca rescatar el legado cultural que tanto ha influido en su música y la identidad del Caribe colombiano.
Un viaje a la nostalgia
Para el trirrey vallenato, retomar este clásico es también todo un viaje emocional.
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“A mí me entra siempre una nostalgia para esta época cuando inicia un nuevo año”, confesó.
Según él, las audiencias del interior del país, y especialmente de México, son las que valoran enormemente la música tradicional, lo que lo impulsa a seguir interpretando sus composiciones más emblemáticas.
El juglar lamentó el cambio en el Carnaval de Barranquilla, fiesta en la que asegura “ya no hay verbenas como antes, y la música de carnaval ha sido desplazada por géneros como el reguetón y la champeta, algo que es inaudito, yo quiero que siga sonando Mi camisa rayá”.
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A pesar de ello, su agenda sigue cargada de conciertos en escenarios internacionales, destacando también países como Paraguay y Panamá.
A salvar el vallenato clásico
El maestro también reflexionó sobre el panorama actual del vallenato y criticó a las nuevas generaciones de músicos, a quienes se refirió como “los salchipapas”.
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Según ‘El Monstruo del Acordeón’, muchos jóvenes artistas han abandonado la esencia del género para adoptar una música más tecnológica y carente de creatividad.
“Ahora cualquiera canta con esos aparatos electrónicos que los afinan en vivo. Ya no hay creatividad, todo es tecnológico”, afirmó con descontento.
Sin embargo, destacó que hay artistas que respetan el legado, como Peter Manjarrés, con quien planea colaborar.
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Alfredo Gutiérrez hizo un llamado urgente a “recuperar el camino” y proteger el vallenato clásico, un legado que, según él, pertenece a la historia de Colombia y debe perdurar. “Las canciones de Escalona, Diomedes Díaz y Calixto Ochoa son para toda la vida. La música de ahora, en cambio, es solo para el momento”, sentenció.
Planes para 2025
De cara al nuevo año, Gutiérrez planea continuar grabando nuevos proyectos y realizar giras internacionales, incluyendo presentaciones por Europa y Estados Unidos. También adelantó que trabaja en un tema con Dolcey Gutiérrez, un homenaje a sus raíces que podría convertirse en el próximo éxito del Carnaval.
Al cierre de la entrevista, el maestro dejó un mensaje claro: “El vallenato clásico no desaparecerá. La tradición está viva, y mientras quede quien la valore seguirá sonando en el corazón de la gente”.
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Con esta nueva versión de Majagual y sus reflexiones, Alfredo Gutiérrez demuestra que, a sus 81 años, sigue siendo un defensor incansable de la música tradicional y una pieza clave del folclor colombiano.
