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Detrás de toda la vistosidad que encierra el Carnaval, de Barranquilla, se esconden cientos de artesanos que con su talento hacen que la fiesta resplandezca al máximo.

Uno de ellos es Jorge Del Mar, un joven apasionado por la cultura y sus raíces ancestrales, que desde hace 16 años ha construido su propio imperio de flores y réplicas de reinas.

Estar completamente seguro de su talento y tener metas claras, es lo que lo ha llevado a ser reconocido en la Costa. Uno de sus grandes sueños es tener su propio museo de réplicas de reinas, no solo del Carnaval de Barranquilla, sino también de algunas Miss Universo, entre otras.

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Su tesoro más preciado es su madre Diana Coronado, que le inculcó desde pequeño que esta gran fiesta se vive los 365 días del año, y que los jóvenes son el futuro de la tradición y la ancestralidad del Carnval.

Jorge contó a EL HERALDO la historia de cómo logró cumplir sus sueños a través de grandes esfuerzos, también describió cuál es el proceso que llevan sus réplicas y la manera en la que piensa seguir aportando a esta fiesta multicultural.

Orlando Amador

“Esperé dos años”

Este barranquillero cuenta que viene de las entrañas de una mujer cumbiambera, es por eso que se autoproclama como un joven que ama a La Arenosa y al Carnaval. Aunque vivió con su progenitora durante un tiempo en Venezuela, lo cierto es que cada vez que se acercaba la fecha, venían a disfrutar de las carnestolendas, especialmente de sus grandes desfiles. Desde ahí surgió su amor por el arte y esta colorida celebración.

“En el año 2004 regresamos nuevamente a vivir en Barranquilla, ya estaba más grande y durante ese tiempo, viví una experiencia en el Carnaval. Yo veía todo lo relacionado a las comparsas de fantasía y me quedó en la memoria, y eso que lo veía solo por televisión. Ya en el 2007 si me llevaron a ver un desfile y me marcó mucho más. Entonces desde ahí es que comienza mi gusto por el arte”, dijo Jorge.

En ese mismo año, la madre de Jorge ingresa a la cumbiamba El Gallo Giro y su relación con los eventos del Carnaval se hizo más estrecha. Pues Del Mar acompañaba su madre a los ensayos y desfiles, y en uno de ellos se enamoró de las carrozas y con estas comenzó en el mundo del arte.

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“En 2007 me meto más de lleno en el tema del Carnaval porque fui banderín de la Cumbiamba El Gallo Giro, iba a la Batalla de Flores y empecé con las carrozas. Luego en 2008 Mireya Caballero dictó un curso a los artesanos de Barranquilla y ahí fue donde definitivamente decidí dedicarme a esto. Cuando tenía 16 años (en 2009), fui a las bodegas de la vía 40 porque quería decorar carrozas, trabajé tres días y el encargado de aquel entonces Guillermo Citarella, me dijo que regresara en dos años cuando fuera mayor de edad, que yo tendría las puertas abiertas”, anotó.

Orlando Amador

Así lo hizo el artesano. Cuenta que nunca perdió la esperanza de ser parte de este ambiente carnavalero, pero sobre todo de la cultura. Cuando cumplió la mayoría de edad, volvió a presentarse en las bodegas, la fecha nunca la olvida, porque desde aquel 3 de enero, su vida cambió por completo.

“Desde ahí trabajé con Los Pastusos y Orlando Pertuz, no solo en el Carnaval de Barranquilla, también en la Feria de Cali, en el Festival de la Leyenda Vallenata, la Fiesta de la Independencia en Cartagena, porque esto es un arte que se puede llevar a otros lugares Colombia, y también estuve una vez en las de Pasto”.

Sus réplicas

La primera réplica que realizó Jorge se la entregó a Valeria Abuchaibe en 2018, aunque él considera que no fue tanto como una réplica, sino simplemente una muñeca vestida de cumbiambera. Luego en el año 2019, entregó a la soberana Carolina Segebre, una verdadera réplica con un vestido dorado. Desde entonces se fue esforzando por pulirse en su nuevo proyecto.

“En el 2020 repliqué el vestido de Isabela Chams, se la regalamos en la izada de Banderas con El Gallo Giro, también tuve la oportunidad de decorarle la casa a Isabella, como también a Marcela García en su año. Pero de todas las que hemos hecho, la más complicada ha sido la de Melissa Cure, pues su vestido fue una cosa impresionante, nuestra réplica llevaba muchas piedras”.

Su guía eterna

La señora Diana Coronado, su madre, cuenta que anteriormente todos los detalles de los vestidos, los hacían a mano. Actualmente cuentan con máquinas de coser que facilitan el trabajo, sin embargo, hay detalles que solo hacen unas manos artesanas.

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“Podemos hacer un vestido en un día, pues ya tenemos más facilidad, pero las piedras, el peinado y esos detalles son los que llevan más trabajo. Algunas reinas invitan a Jorge a detallar el vestido, pero en otras ocasiones si le toca verlos desde otro lado”, afirmó Coronado.

Orlando Amador

El mundo tiene otras reinas que no pertenecen a esta cultura, es por eso que Jorge también sueña con hacer réplicas de distintos reinados, como la que hizo y entregó a la Miss Universo 2023, la nicaraguense Sheynnis Palacios.

“Así como hay un museo del Carnaval, donde se exhiben los trajes de coronación de las reinas, yo sueño con tener mi propio museo de réplicas de reinas. Hace poco tuve la oportunidad de entregarle una a la Miss Universo 2023, Sheynnis Palacios, y fue un gran logro para mí, porque mi trabajo lo conocieron hasta en Nicaragua, y eso es lo que pretendo, que mi arte trascienda”.