Por: Juan Rincón Vanegas
Por estos días el cantante Silvestre Dangond rescató un merengue de la autoría del juglar Samuel Antonio Martínez Muñoz, quien durante muchos añosmarcó su territorio que comprendía el corregimiento de La Loma, municipio de El Paso, y sus alrededores.
La canción lleva por nombre ‘El Cucón’, que para el célebre acordeonero significaba ser superior en todo, porque no permitía que nadie le echara vainas al tocar el acordeón, componer y cantar.
Este merengue inicialmente fue grabado hace 50 años por el acordeonero y cantautor Lizandro Meza Márquez, cuya producción musical salió al mercado el 20 de enero de 1975, y en cuya primera estrofa se reseña.
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“Samuelito en la tabla de alante, va al compás con la tabla de atrás. Miren bien lo que voy a tocá, yo no toco tanto disparate. Yo soy ‘El Cucón’ para el acordeón, yo toco bonito, dice Samuelito”.
Al indagarle al cantante Silvestre Dangond sobre cómo había conseguido esa obra musical, manifestó. “Esa canción la tenía grabada en mi mente desde muy niño porque en los festivales se la escuchaba a los hermanos gemelos Casimiro y Wilman Rodríguez (‘Las Urracas’). Esa canción me marcó por su melodía y carácter de la letra”. El artista también destacó el Festival de Canciones Samuel Martínez, en homenaje al juglar que se lleva a cabo desde el año 1990 en el corregimiento de La Loma, municipio de El Paso, Cesar, y donde se ha presentado en dos ocasiones.
Continuó diciendo. “Siempre he sido un admirador de los cantos del juglar Samuel Martínez, a quien en el año 2008 le grabé al lado de Juancho de la Espriella, la canción ‘La Loma’, que lleva impregnada una historia interesante de hermandad”. Entonces recordó un verso. Samuelito no sabe en qué forma ha perdido a su hermano querido, que se venga pa’ cá' pa’ ‘La Loma’, que con mucho gusto lo recibo.
La anécdota
Entre las anécdotas de esa canción está la sucedida en el año 2015 cuando en el Festival de Canciones Samuel Martínez, un acordeonero infantil presentó el paseo ‘La Loma’, pero interpretado por Silvestre Dangond y Juancho de la Espriella.
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El jurado dudó al momento de la calificación, pero al final se pusieron de acuerdo obteniendo el concursante un alto puntaje, porque según su concepto el acordeonero en su corta edad había escuchado ese tema, y no el grabado por Alfredo Gutiérrez, muchos años atrás. Menos la versión de Samuel Martínez, quien dentro de su repertorio también tiene canciones como ‘Potrerillo’, ‘Los primeros días’, ‘La bicicleta’, ‘La mujer tetona’, ‘La mala suerte de Juana’, ‘María Barba’, ‘La corredera’, ‘El arte musical’, ‘El candao de las mujeres’, ‘Feliz carnaval’, ‘Los carruseles’ y ‘La vejez’, entre otras.
Samuelito se prodigó con el acordeón poniéndole música y letra a todo lo que giraba a su alrededor. También tuvo 10 hijos: Carmen, Alicia, Samuel, Luis Rafael, Fabio, Felipina, Patricia, Luz Elena, Jorge Luis y Jaime. Tres de ellos han seguido sus pasos, Jaime es acordeonero y Samuel y Fabio, son compositores.
Su hijo Fabio ganó en una ocasión el concurso de canción inédita vallenata del Festival de Canciones Samuel Martínez con el paseo ‘Mi padre y mis sentimientos’. En ella narró las vicisitudes que diariamente vivía su progenitor. “Cuando lo noto pensando yo vivo llorando las penas por él, y aunque lo veamos cantando, vive amarguras Martínez Samuel”.
Toda una historia que regresa con el canto de ‘El Cucón’, dedicado a varios músicos de la época quienes solían mandarle indirectas y eso no le gustaba. “El músico que toca y no saca, no debe de salir a la calle, es grande la vergüenza que pasa, si se encuentra con ‘El negro’ Samue. El que venga roncando que toque, que registre muy bien su instrumento, porque yo tengo mucho talento, y de los músicos soy el azote”.
Samuel Antonio Martínez Muñoz nació en un hogar de descendencia humilde, de pocos estudios, pero premiado con una inteligencia natural, siendo un hombre laborioso del campo y desde muy temprana edad aprendió a tocar el acordeón, también a componer.
Precisamente el compositor Alberto ‘Beto’ Murgas, al respecto conceptuó. “Samuelito Martínez demostró que no se necesitan hacer cien, doscientas o mil canciones para proyectarse. Hizo varias, pero con una ‘La Loma’, no solamente identificó a su terruño, sino que es una obra antológica dentro del folclor vallenato. Ahora aparece ‘El Cucón, cantado por Silvestre Dangond, causando gran impacto en las plataformas digitales”.
Gracias Silvestre
Al final el único hijo acordeonero que dejó Samuelito Martínez, cuyo nombre es Jaime Martínez Castro, dijo. “Gracias Silvestre Dangond porque interpretaste ese tema con fundamento, y pudimos añorar a mí papá un ser que amó la música vallenata”. Y con fundamento es que José Juan Camilo Guerra Mendoza y Rubén Darío Lanao del Valle, tocaron el acordeón para lograr que el mundo vallenato supiera de un hombre que sentó cátedra de la manera como se ejecuta el vallenato raizal.
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Samuelito, el hijo de Pedro Nolasco Martínez Beleño y Felipina Santiaga Muñoz Vásquez, a pocas horas de morir el lunes 27 de septiembre de 2004, cuando contaba con 82 años, estando muy enfermo, en su cama simuló tocar el acordeón. Abría y cerraba sus brazos sobre el pecho. Nadie lo interrumpió porque ensayaba para hacer su estreno en el cielo.
De esta manera Samuelito cerró su ciclo de vida quedando en el más alto pedestal del folclor vallenato a través de sus cantos y notas de acordeón. “De los músicos soy el castigo. Todos tienen que entrá a respetarme, sino quieren quedá deslucido. No se metan con el negro Samuel. Yo soy ‘El Cucón’ para el acordeón”.