En Barranquilla no todas las mujeres logran portar la corona oficial, pero aquí, entre marimondas, monocucos y cumbiamberos, no hay barranquillera que no haya fantaseado alguna vez con ser la soberana de esta manifestación cultural.
Pero lo cierto es que en cada rincón hay una mujer lista para encender la alegría en su comunidad, como las reinas populares que desde el pasado jueves han estado siendo coronadas en sus barrios.
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Son 25 mujeres las embajadoras de distintos sectores que han promovido la salvaguarda de la fiesta. Este sábado el turno fue para los barrios La Esmeralda, Ciudad Modesto, Evaristo Sourdis, Las Malvinas y La Sierrita.
Desde pequeñas, las niñas de esta ciudad crecen con ese brillo en los ojos que solo les da el Carnaval. Bailan frente al espejo con un cepillo en la mano como micrófono, practican el saludo real y hasta ensayan los pasos de danzas en los pasillos de la casa.
Así como lo fue para la reina popular del barrio La Esmeralda, Samantha Valdez, quien fue la primera parada de la tarde. Allí en su cuadra, todos aguardaban por ella con sus pintas carnavaleras y aplausos de apoyo.
Sami, como es llamada de cariño, se tomó el centro de la cuadra para bailar mapalé, salsa, son de negro y hasta zamba, una muestra artística presenciada por los reyes del Carnaval de Barranquilla 2025, Tatiana Angulo Fernández de Castro y Gabriel Marriaga, en compañía de la reina popular 2024, Hania Orozco y algunas soberanas de otros barrios.
Posterior a ello, la aureola fue puesta en su cabeza y la reina Tatiana fue la encargada de hacerlo: “qué lindo que todos hayan estado tan entusiasmados y felicito a esta soberana que lo hizo impecable porque se nota el esfuerzo y esto es lo lindo de nuestro Carnaval”.
Que la rumba no acabe
El siguiente sector donde el jolgorio ya estaba armado era Ciudad Modesto, que con pancartas apoyaba a su representante número 2, Valery Meza.
Con un vestido de fantasía plateado y toda la actitud, esta reina popular no permitió que obstáculos como el sonido opacaran su momento. Con toda la destreza, bailó mapalé, cumbia y puya.
“Soy muy afortunado porque amo mi barrio y esperaba con ansias que la reina Tatiana me viera”.
Y así fue, toda la monarquía la aplaudió, mientras junto a Hania Orozco, reina popular 2024, le ponían la corona que oficializaba su reinado en este sector.
Luego, a solo dos cuadras, otra mujer esperaba por ser coronada. Se trata de Loraine Tatiana Camacho, embajadora de Ciudad Modesto I, quien conquistó a todos bailando cumbia.
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Y es que las reinas populares son las que recuerdan que esta fiesta nació en las calles, entre el pueblo, y ahí es donde más se siente su fuerza. Así lo expresó Vilma Pacheco, asistente a la actividad.
“Yo no vivo por aquí pero apenas escuché la algarabía me vine. Es muy bueno que hagan estas dinámicas porque el Carnaval es de todos, y todas podemos reinar a nuestra manera”.
