Dentro del Carnaval de Barranquilla ocurren historias inesperadas, y una de las más sorprendentes ha ocurrido este año. La Fiesta que ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, en este 2025 rinde honores a su hija más ilustre, la cantante Shakira, quien viene de ofrecer dos monumentales conciertos en el estadio Metropolitano. Pues resulta que esa mujer a la que todos reconocen con facilidad, nadie pudo identificarla durante su recorrido por La Guacherna, el desfile más grande del precarnaval.
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La Reina del Pop Latino se sumó al goce de este Carnaval que se realiza en homenaje a ella y que ha sido bautizado “En Barranquilla se baila así”.
La estrella mundial se camufló entre los 250 integrantes del disfraz colectivo Palo e’ Muerte que iba en el turno 150C y que alrededor de las 9:30 hizo su recorrido.
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Sus caderas esta vez mintieron, nadie logró identificarla, y disfrutó del evento junto a sus hijos, Milan y Sasha, en una experiencia que queda en la memoria de quienes compartieron con ella sin siquiera saberlo.
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Gonzalo Guarín, director del disfraz colectivo Palo e’ Muerte, reveló a EL HERALDO los detalles de la inesperada presencia de la cantante. “Tenemos amigos en común con ella, nos llamaron y nos pidieron el favor porque ella quería vivir el Carnaval de Barranquilla, pero por temas de seguridad necesitaba hacerlo con discreción”, explicó.
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El plan fue meticuloso y requirió una logística detallada para que Shakira pudiera ser una más dentro del desfile y pasar totalmente desapercibida. “Tocaba hacerlo de manera sigilosa, porque si no, hubiera sido imposible manejarlo. Lo que hicimos fue integrarla como una persona más dentro del grupo. Nadie se tomó fotos ni nada, porque si alguien lo hacía, se caía toda la estrategia. De hecho, nadie en el grupo supo de que la estrella iba con nosotros, solo yo”, aseguró Guarín.
Esperó pacientemente
Shakira y sus hijos compartieron con los integrantes desde la previa del desfile. “Estuvo esperando sentada en un bordillo hasta que arrancamos. Fue un trabajo de logística en el que ella se sintió cómoda. Se retiró aproximadamente a la mitad del recorrido, en un punto previamente acordado por La Tiendecita”, detalló el director de Palo e’ Muerte.
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El grupo Palo e’ Muerte, que lleva desfilando en el Carnaval desde 1993, es uno de los más llamativos por su temática inspirada en la tradición de los “muertos vivos”. Comenzaron con solo tres integrantes y han crecido hasta convertirse en una comunidad de amigos y familiares que cada año se suman al desfile con coloridos disfraces y pelucas. El maquillaje del grupo y su disfraz, fueron factores clave para que la cantante pudiera pasar desapercibida en medio de la multitud.
“Los niños fueron los que más se gozaron la experiencia. Se hicieron todo tipo de pelucas y disfrutaron del desfile sin problemas e incluso cantaban junto a su madre el tema ‘La Guacherna’. Shakira estaba encantada de poder compartir esta vivencia con sus hijos sin la presión de los reflectores y la atención del público, se la gozó como una cristiana más”, comentó Guarín.
Todo un reto
Para Gonzalo el reto más grande para el grupo fue mantener el secreto. “Fue lo más difícil. Teníamos la tentación de contarle a alguien, pero sabíamos que si alguien se daba cuenta, el plan se podía caer. La clave fue tratarla como una más, sin darle un trato especial ni hacer nada que llamara la atención”, agregó Guarín.
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Shakira se retiró del desfile antes de llegar al final, en un punto previamente acordado con su equipo de seguridad. Sin embargo, disfrutó de gran parte del recorrido y compartió con los integrantes del grupo. “Fue una experiencia única para todos, y para ella también. Poder estar en medio de la fiesta, sentir la energía del Carnaval sin las restricciones de la fama, es algo que no sucede todos los días”, concluyó Guarín.
La anécdota quedará en la historia del Carnaval, demostrando que ni siquiera las estrellas más grandes pueden resistirse a la magia de Barranquilla y su fiesta más importante. La historia de cómo Shakira vivió La Guacherna como una más, sin ser reconocida, desde ahora hace parte de las anécdotas más macondianas de la Fiesta, un evento donde la alegría, la música y la tradición permiten que todos sean parte de la celebración sin distinción alguna.