Shakira se camufló. Luego de vivir dos noches inolvidables para los barranquilleros llenando el Estadio Metropolitano a más no poder para presentar su Tour Las Mujeres Ya No Lloran, la artista desfiló en la noche de Guacherna junto a sus dos hijos Milán y Sasha de 11 y 9 años, respectivamente.
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Sigilosa, bailando entre el colectivo Palo ‘e Muerte y vestida como una de las emblemáticas figuras de la tradición carnavalera, la artista y sus hijos se unieron a la comparsa para desfilar como esqueletos danzantes cubriendo su rostro bajo un imponente maquillaje y usando una careta de marimonda así como coloridas crestas en sus cabezas.
Ni siquiera los integrantes y organizadores de la comparsa sabían acerca de su presencia y desfilaron durante toda la noche en medio de danzas, espuma y maizena sin ser conscientes de que estaban carnavaleando junto a la Reina del Pop latinoamericano.
Gonzalo Guarín, director del disfraz colectivo Palo e’ Muerte que usaba la barranquillera, reveló a EL HERALDO los detalles de la inesperada presencia de la cantante. “Tenemos amigos en común con ella, nos llamaron y nos pidieron el favor porque ella quería vivir el Carnaval de Barranquilla, pero por temas de seguridad necesitaba hacerlo con discreción (...) Tocaba hacerlo de manera sigilosa, porque si no, hubiera sido imposible manejarlo. Lo que hicimos fue integrarla como una persona más dentro del grupo. Nadie se tomó fotos ni nada, porque si alguien lo hacía, se caía toda la estrategia. De hecho, nadie en el grupo supo que la estrella iba con nosotros, solo yo”, explicó.
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Este domingo, tan sólo un día después de la noche más importante del precarnaval, el efecto de la ‘Shakimanía’ ya se siente en Barranquilla. Como era de esperarse, desde este medio día tanto locales como visitantes se han acercado a la casa en la que Shakira se tomó una foto en un bordillo vestida de ‘La Muerte’ para revivir este momento que quedará por siempre vivo en la memoria de todos los barranquilleros y amantes del Carnaval.
