Hablar de Petrona Martínez es mencionar y traer a colación a una de las voces más importantes que tiene el folclor caribeño. La nacida en San Cayetano, Bolívar, ha sido de las grandes cantadoras de bullerengue poniendo este sonido en el mapa musical del mundo.
Por ello, en la tarde de este jueves su vida y obra desde el punto de vista de la Petrona Martínez mujer, madre y artista, fue recordada y homenajeada por sus hijos y amigos cercanos en la agenda académica de La Noche del Río.
Lea: Los Hijos de Petrona lideran su homenaje en la Noche del Río
Con el conversatorio ‘Entre cantos y tambores: Vida y obra de Petrona Martínez’, Joselina Llerena Martínez y Álvaro Llerena Martínez, hijos de la maestra y Rafael Ramos, fundador y gerente misional de la Corporación Cultural Cabildo y del Mercado Cultural del Caribe, con la moderación de David Lara, se habló de esta maestra desde estas aristas entre anécdotas y más.
“Este es un espacio de memoria, de establecer ciertos detalles en la vida, el desarrollo de Petrona como mujer, madre y artista”, indicó David Lara al inicio del conversatorio.
Entérese: Shakira tuvo un regreso triunfal a Bogotá; dijo que es una ciudad “importante” para su carrera
Un amor de madre que forjó caminos
Álvaro Llerena, el menor de los siete hijos de Petrona, recordó con emoción la fortaleza de su madre.
“Desde la dureza de su vida, pudo darnos tanto amor que nos hizo casi a su imagen y semejanza”, expresó.
Para él, Petrona no solo fue una madre ejemplar, sino una mujer valiente que nunca permitió que la violencia hiciera parte de su vida. “Dejó a su primer esposo porque le pegó una cachetada. Eso fue suficiente para ella”.
Su vida estuvo marcada por los viajes y la música. Sin darse cuenta, fue aprendiendo los secretos del bullerengue en diferentes lugares, desde Montería hasta Necoclí, absorbiendo la esencia de una tradición que más tarde convertiría en su sello artístico.
Álvaro también recordó los días en la finca de Arroyo e’ lata y el posterior traslado a Palenquito, donde Petrona consolidó su identidad musical. “Su historia como mujer y artista está entretejida”, aseguró.
Para él, hablar de su madre sin un tambor presente no tendría sentido. “Me sé todas sus canciones”, confesó destacando la riqueza de su repertorio y la importancia de seguir transmitiendo su legado.
Joselina Llerena, la cuarta hija de Petrona, también expresó la grandeza de su madre, quien hoy, aunque no puede hablar con claridad, sigue comunicándose con su mirada y sonrisa. “Es una persona tan especial que casi no encuentro palabras para describirla”, dijo.
Sabía que: Carla Giraldo se ausentó de ‘La casa de los famosos’ para asistir al concierto de Shakira
Un encuentro con la maestra del bullerengue
Rafael Ramos conoció a Petrona de una manera inesperada. Viajaba constantemente a San Basilio de Palenque con la agrupación Las Alegres Ambulancias, pero en sus recorridos pasaba frente a la casa de la maestra.
“Yo no iba a conocer a Petrona, yo pasaba por su casa y la gente me decía: ‘aquí vive la maestra Petrona’”, recordó.
Ya había escuchado su música en Bogotá, donde estudiaba, pero fue en su casa de bahareque donde realmente descubrió la fuerza de su arte. La textura de aquellas paredes incluso inspiró el primer logo de la Corporación Cultural Cabildo.
“Ahí empecé a conocer la riqueza de sus cantos, sus historias. Había muchas fábulas, cantos a la tierra y al día a día”, contó.
Ramos llegó en un momento en el que Petrona y su grupo solo tocaban en eventos cercanos, sin una proyección estratégica. Fue entonces cuando decidió ayudarla a materializar un sueño: grabar su música.
“Ella tenía muchas canciones y quería grabarlas. Así empezamos un proyecto para hacer un disco”, relató.