La Guacherna 2025 pasará a la historia, y no precisamente por los faroles o el repique de tambores. La razón tiene un nombre: Shakira.
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El pasado 22 de febrero, la artista se camufló en el colectivo Palo e’ muerte. Se pintó el rostro junto a sus hijos Milán y Sasha con una careta de Marimonda en la cabeza, esperó como un danzante más la hora del desfile y hasta se sentó en un bordillo, pero nadie la reconoció.
Este sábado, durante la Batalla de Flores, el colectivo Palo e’ Muerte desfiló con su tradicional puesta en escena cargada de misterio, pero sin la presencia que todos esperaban.
La especulación creció en redes sociales, alimentada por la posibilidad de que la artista hiciera una nueva aparición sorpresa en su tierra natal.
Sin embargo, los seguidores que aguardaban ansiosos su confirmación quedaron con las manos vacías. Shakira no estaba en Barranquilla, sino en Chile, donde se prepara para ofrecer un concierto en Santiago de Chile, como parte de su gira Las Mujeres ya no lloran.
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A diferencia de la Noche de Guacherna, ningún integrante del colectivo salió con la cara pintada. No obstante, esta vez tuvo a más de uno pendiente de cada rostro.
