Cuando el cantante Alberto Fernández Mindiola contaba con 27 años no llegó a imaginar que al tener la oportunidad de grabar una canción esa se convertiría en el himno oficial del Carnaval de Barranquilla, más cuando se dedicaba únicamente a interpretar aires regionales con el grupo de Bovea y sus Vallenatos, haciendo énfasis en las canciones del maestro Rafael Escalona.
Sobre esta historia que marcó su vida el vocalista señaló: “Eso fue en Bogotá el 27 de diciembre de 1953, cuando me encontraba en los estudios de la emisora Nuevo Mundo, haciéndole coros a una canción de Celia Cruz. Después de eso, la orquesta estaba esperando al cantante tumaqueño Tito Cortés, quien iba a grabar la canción Te olvidé, pero llegó con un tremendo guayabo y no pudo hacerlo. Enseguida me pidieron el favor de cantarla y acepté”.
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El honor era grande para un hijo de Atánquez, corregimiento de Valledupar, donde nació el siete de abril de 1927. Enseguida, evocó aquella gesta musical. “El ensayo fue rápido y el maestro Antonio María Peñaloza, gran trompetista, quien le había puesto música a un poema del español Mariano San Ildelfonso, me la iba cantando. Me la aprendí y para grabarla fue de una. El disco salió al mercado en el año 1954″.
Alma carnavalera
Siguió contando. “A pesar de nunca haber cantado el aire de garabato o chandé, como lo llaman ahora, me propuse interpretarlo con la tonalidad perfecta. El tiempo me entregó la razón porque se pegó”.
El cantante de un metro con 80 centímetros de estatura, de ojos azules, herencia de su abuelo José Antonio Mindiola, quien era de procedencia holandesa, siguió extasiándose con las añoranzas de sus padres, Luis Fernández y Beatriz Mindiola, joyero él y ella dueña de una hermosa voz, quien le enseñó los primeros pasos en el canto.
Continuando con su relato, manifestó. “La grabación de Te olvidé para Discos Curro me permitió no solamente seguir cantando vallenatos, sino ingresar a diversos grupos musicales. Esa canción no estaba en el radar de mis cantos, aunque desde muy temprana edad en mi tierra interpretaba rancheras, tangos y boleros, con la guitarra de mi tío Gonzalo Mindiola”.
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Sin parar anotó. “Déjeme hablar un poco del maestro Antonio María Peñaloza Cervantes, quien nació en Plato, Magdalena, y murió en Barranquilla. Era dueño de una humildad extraordinaria y un músico de mucho peso. Cuando me lo encontraba, le reiteraba las gracias por darme la oportunidad de grabar Te olvidé, canción que ninguno de los dos pensó se iba a quedar en el alma carnavalera de los barranquilleros”, aseveró lleno de beneplácito.
Tocado por las remembranzas, el artista de 97 años optó por cantar apartes de ese amado himno. “Yo te amé con gran delirio, de pasión desenfrenada. Te reías del martirio de mi pobre corazón. Y si yo te preguntaba, el por qué no me querías, tú sin contestarme nada, solamente te reías destrozando mi ilusión. Te pedí que vinieras a mi lado y en vano tantas veces te rogué, que por haberme de tu burla ya curado, te olvidé, te olvidé”.
Después señaló que en su casa tiene la pasta sonora de Te olvidé. “Ese es uno de mis grandes tesoros”.
El cantor, quien reside en Bogotá desde el año 1950, al preguntarle sobre el secreto de Te olvidé para tener la mayor resonancia, conceptuó:
“Ese poema llevado a canción fue la mejor manera de sacar un amor del corazón con la mayor sinceridad. El mensaje logró que esa pareja pudiera superar todo y seguir por caminos distintos sin causar tristeza. Tampoco vivir de mentiras”.
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Cuando el diálogo fluía en medio de esa célebre obra musical, de un momento a otro se puso triste. Él mismo resolvió la inquietud. “A la única que no he podido olvidar es a mi esposa, Olga Elisa Ramírez de Fernández, quien murió el 14 de agosto de 2020. Ella, me acompañó por 70 años dejándome tres hijos. Tuvimos un amor fiel e irrepetible al que solamente la muerte acabó”, recordó mientras las lágrimas visitaban su rostro teniendo el corazón en la mano.
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Sin derecho a olvidar
El maestro Alberto Fernández Mindiola, durante el trayecto del diálogo, se la pasó adjuntando recuerdos, especialmente uno que lo emocionó de forma especial.
“Hace muchos años me llené de emoción con la presentación en Barranquilla de Shakira y Joe Arroyo, cantando juntos Te olvidé. Ese momento fue bello porque dos grandes artistas exaltaron ese éxito carnavalero”. El hecho sucedió el 23 de febrero de 1998, lunes de Carnaval, en el estadio Romelio Martínez, dentro del Festival de Orquestas.
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En medio de todo quedó demostrado que Te olvidé, el himno carnavalero, lo marcó de por vida. Todo esto lo ha llevado a no poder conjugar el verbo olvidar en cualquier tiempo. Por eso, tampoco olvida a su pueblo Atánquez, el cual evoca como un hermoso territorio rodeado por dos ríos, calles empedradas donde sus mujeres tejen mochilas, los hombres producen alfandoques y las panelas más grandes del mundo.
Al concluir la charla, agradeció permitirle contar la bella historia que tiene guardada en el disco duro de su memoria, donde también están los hechos que han rodeado su vida musical, sorprendiendo por su precisión de relojero.