Ser mujer es llevar en la piel el coraje de quienes han abierto caminos, la resistencia de quienes no se han rendido y la pasión de quienes han transformado el mundo con su esencia.
Es por ello que para conmemorar este día, EL HERALDO le cuenta la historia de seis atlanticenses que mediante sus roles le apuestan al desarrollo social.
Una de ellas es Ana Rita Russo, directora del Programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional ‘Pisotón’. A su lado, Darlys Fontalvo, una tomasina que integra el personal de aseo del CDI Fundación Semillas de Esperanza, beneficiaria de ‘Bilingüe Kids’. Pasando por la gastronomía está la emprendedora María Camila Rico. Desde Malambo, la líder ambiental Ezeneth Smalbach y usando el arte como herramienta de sanación Albenis Muñoz y ‘Cumbia Queen’.
Ana Rita y su apuesta por el desarrollo infantil
Hablar de la infancia es comprender su importancia como un momento de la vida donde se organizan, potencializan y estructuran muchas de las funciones cognitivas, motoras, sociales y emocionales. Fue a partir de esta necesidad de comprender el desarrollo emocional infantil que nació Pisotón, un programa pionero diseñado por la psicóloga clínica barranquillera Ana Rita Russo de Sánchez, doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Salamanca.
“El proceso de desarrollo emocional ha cobrado fuerza durante los últimos años porque se le daba más importancia a la conducta. Se veía a los niños desde su comportamiento, pero detrás de ello había una serie de emociones que los llevaban a actuar de cierta manera”, explica.
Desde 1990 hasta 1997, en el marco de su tesis doctoral, Russo comenzó a estructurar un programa que no solo incluyera a los niños, sino también a los padres, maestros y cuidadores. El objetivo era ayudar a comprender las emociones infantiles para regularlas y potenciar el desarrollo. Así nació Pisotón, un programa basado en cuentos protagonizados por personajes animales que viven situaciones propias del desarrollo infantil.
El personaje central de estos cuentos es un hipopótamo llamado ‘Ugo Pisotón’, quien junto con su amiga Emma, una ardilla, atraviesa distintos momentos clave del desarrollo infantil. Uno de estos hitos es la ansiedad de separación, una fase normal entre los ocho meses y el año y medio de edad. “Los padres deben saber que es completamente normal que, a partir de los ocho meses, su bebé llore cuando ellos salen de casa. Antes no lo hacía porque aún no había desarrollado la conciencia de la separación, pero cuando empieza a reconocer el espacio y comprende que sus padres no están, se expresa a través del llanto. Esto no significa un retroceso, sino que es parte del desarrollo”.
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Con cuentos estructurados alrededor de estos hitos, Pisotón se ha convertido en una herramienta fundamental para la educación emocional de los niños. A través de historias como ‘Pisotón va al colegio’, los pequeños pueden ver reflejados sus propios temores, como el miedo a que sus padres no los busquen, y entender que estas emociones son normales y manejables.
El programa no solo ha beneficiado a los niños, sino también a padres y educadores, quienes han aprendido a identificar y comprender mejor las emociones infantiles con una experiencia de 27 años con incidencia en varios países de América Latina y todos los departamentos de Colombia.
María Camila emprende explorando los sabores del Caribe
Por años, María Camila Rico Rodríguez pensó que su camino estaba trazado en la Psicología. Sin embargo, el destino la llevó a encontrar su verdadera pasión entre fogones y sartenes. Nació en Bogotá hace 28 años, pero desde su primer año de vida, Barranquilla la acogió como su hogar. Hoy, después de muchos intentos por posicionarse en su profesión, ha decidido emprender en la cocina, un arte que la llena de satisfacción y que, al parecer, lleva en su apellido: Rico.
“Descubrí los cursos de cocina caribeña que ofrecía la doctora Katia Nule a través de ‘De la mano con la primera’. No dudé en inscribirme y, en diciembre, comencé un proceso de aprendizaje. Fueron seis clases intensivas, cada una de seis horas, en las que aprendí recetas tradicionales y también técnicas y secretos culinarios”.
El curso amplió su conocimiento gastronómico y además, le dio las herramientas necesarias para emprender con confianza. Con la llegada de diciembre, puso en práctica lo aprendido y comenzó a ofrecer comidas especiales para eventos y celebraciones, aprovechando la alta demanda de la temporada.
“Al principio, lo hacía como yo imaginaba que era el proceso, pero con el tiempo fui mejorando gracias a los conocimientos adquiridos en el curso. Aprendí sobre técnicas, tiempos de cocción y, sobre todo, sobre cómo gestionar un negocio gastronómico”.
Para María Camila Rico, la determinación y la perseverancia son claves en la vida de toda mujer. Consciente de los múltiples roles que desempeñan, insiste en que cada una tiene un potencial inmenso para alcanzar sus metas, siempre que haya esfuerzo y convicción.
“Nosotras como mujeres tenemos grandes capacidades porque nos desenvolvemos en muchas áreas. No solo somos la niña, la hermana, la mamá, la esposa, sino que llevamos a cabo tantas cosas a la vez que, a veces, se nos dificulta”.
María Camila, quien ha encontrado en la cocina una nueva pasión y un camino de emprendimiento, resalta que las dificultades son inevitables, pero no deben ser un obstáculo para seguir adelante. “Hay que entender que tenemos la capacidad, que no hay sueños pequeños, que no hay cosas imposibles, así que vamos todas que en la cocina también se puede salir adelante”.
Darlys fomenta todo un semillero de esperanza
Desde hace dos años, Darlys Fontalvo ha encontrado en el CDI ‘Semillero de Esperanza’ ubicado en el barrio Las Gardenias de Barranquilla, un espacio de aprendizaje y crecimiento. A sus 46 años, esta tomasina pasó de trabajar como asesora comercial vendiendo planes de internet puerta a puerta, a desempeñarse como encargada del aseo en el centro de desarrollo infantil. Sin embargo, su labor ha ido más allá de la limpieza, pues ha tenido la oportunidad de participar en el programa Bilingüe Kids, donde ha aprendido inglés junto a los niños del CDI.
Su interés por el idioma nació al observar a la instructora del programa cuando llegaba a enseñarles a los pequeños. “Nos llamaba la atención y un día nos comentó que tenía su programa y que nos invitaba a participar. También se sumaron las señoras de la cocina. Tratábamos de adelantar lo más que se pudiera para poder sacar esos 20 minutos o media hora cuando nos necesitaban”.
Gracias a esta experiencia, aprendió comandos básicos en inglés, colores y expresiones cotidianas como saludos y agradecimientos. “Cuando llegaba en la mañana, saludábamos con un ‘Good morning’. También aprendimos a orientar a los niños para que dijeran las gracias y llamaran a la instructora como ‘teacher’ en lugar de decirle su nombre”.
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Lo que más la motiva a seguir en su trabajo es el ambiente de compañerismo y la posibilidad de seguir aprendiendo. “El entorno laboral es bonito, pero también valoro mucho los cursos que nos ofrecen. Nos ayudan a crecer, tanto a mí como a mis compañeros y realmente deseo poderle colaborar a los niños lo más que pueda y con esto seguir llevando el sustento a mi casa”.
Albenis impulsa la creación y el diálogo a través del arte
Para Albenis Muñoz, el arte es una forma de expresión individual, pero también “un vehículo de transformación social y colectiva”. Desde que egresó como artista plástica de la Universidad del Atlántico en 2007, ha trazado un camino en el que la creación se une con la comunidad. Sus estudios en arte, procesos creativos y prácticas colaborativas en espacios educativos y culturales, como el Taller Multinacional en México DF y el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, le han permitido consolidar una visión en la que el arte dialoga con el territorio y las historias de quienes lo habitan.
Uno de sus proyectos más significativos es el Laboratorio de Co-Creación, un espacio en el que el arte se convierte en una herramienta para el diálogo y la reflexión. A través de estos laboratorios, Albenis busca generar encuentros en los que la comunidad pueda explorar su entorno, sus dinámicas y sus saberes cotidianos desde las artes plásticas.
“Los laboratorios son una invitación al encuentro para dialogar con vivencias propias, usando el arte como herramienta. Estos espacios permiten a los participantes preguntarse por su territorio, sus acciones cotidianas y las historias que se tejen en él. Desde la gráfica, el tejido y el dibujo, cada persona tiene la posibilidad de narrar y resignificar su experiencia, evocando recuerdos y situaciones que dan cuenta de su relación con el mundo”.
Una vida dedicada a la defensa del medio ambiente
Zeneth Schmalbach ha sido una de las voces más activas en la protección del medioambiente en el departamento del Atlántico. Su trayectoria comenzó con una experiencia en la gestión de un relleno sanitario a nivel regional. Este acercamiento al manejo de residuos la llevó a interesarse cada vez más en la problemática ambiental, convirtiéndola en una defensora de los cuerpos de agua y los ecosistemas de la región.
Uno de sus hitos más importantes fue la lucha por la recuperación de los humedales de Malambo. Enfrentando una grave mortandad de peces, Schmalbach y un grupo de líderes comunitarios presentaron una vía defensorial ante la Defensoría del Pueblo, lo que llevó, después de siete años de insistencia, a la expedición de una resolución en 2016 que obligaba a las alcaldías a mejorar el sistema de aguas residuales.
Actualmente, esta barranquillera residente en Malambo, lidera la Asociación de Recuperadores y Restauradores del Caribe (RR Caribe), una organización que promueve la educación ambiental y el desarrollo de negocios verdes.
“A través de esta iniciativa, hemos impulsado proyectos como la reutilización de aceite usado para la fabricación de jabones y la enseñanza de separación de residuos en la fuente a niños y comunidades. Además, organizamos experiencias ecológicas en sitios de interés del municipio, como la finca agroecoturística La Unión, donde se desarrolla apicultura y producción de miel, y el Ojo de Agua Viva de Caracolí, un espacio que busca ser reconocido legalmente como área protegida”.
Cumbia Queen y una canción que transforma el dolor en sanación
Consciente de que la música es un canal de sanación, la cantadora barranquillera Cumbia Queen lanzará este sábado una canción titulada ‘Rocío’, una versión live session de una de las canciones de su álbum ‘Llegó la cumbia’.
“‘Rocío’ es una historia de la vida real. Ella era mi tía. Salió de casa un día con la promesa de regresar y nunca volvió. Una noche apareció en mis sueños y de esa experiencia nació la canción, como un acto de despedida y transformación del duelo”.
Para Cumbia Queen, el arte es una herramienta poderosa para transitar el dolor. “Los artistas vivimos en una búsqueda constante de cómo transformar el sufrimiento. Contamos nuestras propias historias, y la música, el teatro, la pintura, son medios para sanar. Escuchar música feliz cuando estás triste no siempre es la respuesta. A veces, lo que realmente necesitamos es permitirnos sentir, llorar y dejar ir”.