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Sean Diddy Combs, el icónico productor y empresario musical, enfrenta una nueva acusación en su ya complicado proceso judicial. Aunque el documento presentado por los fiscales federales no añade cargos adicionales, sí refuerza la narrativa de abuso de poder, ahora señalando que el rapero sometió a sus empleados a condiciones de trabajo forzadas mediante amenazas físicas, psicológicas y económicas.

Según la acusación, el artista obligaba a su personal a jornadas extenuantes, privándolos de descanso y sometiéndolos a una constante presión bajo la advertencia implícita o explícita de represalias. Entre las denuncias, se destaca el testimonio de una empleada que asegura haber sido forzada a participar en actos sexuales con Combs bajo coerción y violencia.

El abogado del magnate, Marc Agnifolio, ha respondido categóricamente a los señalamientos, calificándolos de infundados y asegurando que su cliente “niega vehementemente las acusaciones”.

Un historial de señalamientos que crece

Las acusaciones contra Combs no son nuevas, pero en los últimos meses han sido más alarmantes. Varias víctimas han presentado demandas detallando presuntas agresiones sexuales y abusos de poder que se remontan a las últimas dos décadas.

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Entre las denuncias más recientes destaca el testimonio de una mujer que alega haber sido agredida por el productor en un club nocturno de Los Ángeles en 2016. Según su relato, después de rechazar una bebida ofrecida por Combs, este la intimidó verbalmente y posteriormente la agredió sexualmente.

Otro caso involucra a un modelo masculino que, en 2006, acudió a un casting sin saber que había sido organizado por Bad Boy Records. En la denuncia, el joven afirma que Combs intentó obligarlo a desnudarse y, tras su negativa, lo tocó de manera inapropiada y le susurró palabras insinuantes.

El año 2022 también figura en las acusaciones. Un músico callejero en Los Ángeles asegura que fue llevado a una fiesta privada con la promesa de un contrato discográfico, solo para ser drogado y luego agredido sexualmente por el magnate.

Las denuncias incluyen incluso casos de presuntos abusos a menores. En 2012, un joven de 17 años habría sido intoxicado con alcohol antes de ser violado en el exclusivo club SoHo de Nueva York, según una demanda presentada recientemente.

Demandas en aumento y una investigación en curso

A medida que más víctimas rompen el silencio, la lista de querellas legales contra Combs continúa creciendo. Dos mujeres que participaron en la escena del hip-hop en los años 80 y 90 aseguran que el productor las drogó y organizó agresiones en grupo en su mansión en los Hamptons y en el Hotel Trump de Nueva York.

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El abogado texano Tony Buzbee ha asumido la representación de más de un centenar de presuntas víctimas, mientras que documentales y entrevistas han comenzado a arrojar luz sobre la oscura historia de abuso detrás del imperio del estadounidense.

Entre esos testimonios destaca el de Ashley Parham, quien en 2018 habría sido violada en grupo mientras el acto era grabado. Su historia ha sido expuesta en el documental Diddy: The Making of a Bad Boy, aunque el equipo legal del magnate ha rechazado las acusaciones como una “campaña de desprestigio”.

Mientras la investigación avanza y la opinión pública sigue de cerca el caso, el futuro de uno de los nombres más influyentes del hip-hop pende de un hilo.