Hay quienes escriben con palabras y otros que escriben con luz. Daniel Mordzinski es de los segundos. Su cámara ha sido testigo de los rostros que han marcado la literatura universal, desde Jorge Luis Borges hasta Gabriel García Márquez.
Lea “Soy una conexión entre lo intelectual y lo estético”
Con 46 años dedicados al retrato literario, Mordzinski no solo ha capturado imágenes, sino que ha tejido historias visuales que respiran la esencia de cada autor. Ahora, con su nueva faceta como escritor, el hombre que nos mostró los rostros de la literatura mundial, también nos invita a conocer su propia historia.
Nacido en Buenos Aires un 29 de febrero, Daniel Mordzinski siempre supo que su destino no seguiría los calendarios tradicionales. Creció rodeado de libros y pronto descubrió que la literatura tenía algo que le fascinaba: los escritores. ¿Cómo eran en persona? ¿Qué gestos escondían? ¿Qué mirada tenían cuando no estaban detrás de sus páginas? Con estas preguntas en mente, tomó una cámara y empezó a construir un archivo visual sin precedentes.
Aquí Shakira reprograma su concierto en Medellín y añade una nueva fecha
No ha sido un trabajo fácil. Como fotógrafo oficial del Hay Festival en Cartagena durante 20 años, ha recorrido los rincones de la ciudad amurallada persiguiendo momentos únicos. Retratar escritores en un festival no es solo disparar la cámara: es una maratón de agendas apretadas, entrevistas y encuentros fugaces donde cada imagen debe condensar la esencia del retratado. Y sin embargo, Mordzinski lo logra.
“Yo improviso. No tengo una agenda antes de comenzar”, confiesa. “Voy armando las citas en el desayuno. A veces los levanto en mitad de una comida y les digo: ‘No hagas preguntas, ven conmigo’”. Y ellos van. Porque saben que Mordzinski no busca solo una foto bonita, sino un retrato que cuente una historia.
Además Pepe Aguilar y su folclor mexicano se tomará el Festival de la Leyenda Vallenata 2025
Gabo y Vargas Llosa el mismo día
Hay anécdotas que parecen guionadas por el destino. En una ocasión, en un solo día, Mordzinski logró lo que pocos imaginarían: fotografiar a Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, dos gigantes de la literatura latinoamericana cuya relación era, en el mejor de los casos, distante.
Para retratar a Gabo, debió mover cielo y tierra desde Europa y, cuando finalmente recibió la llamada de Mercedes Barcha, la esposa del Nobel, sintió la emoción de estar ante un momento irrepetible. “No pensé que me iba a llamar Mercedes”, cuenta. “Sabía que Gabo estaba delicado, había un respeto enorme por su privacidad, un pacto tácito de no ser invasivo”. Y sin embargo, allí estaba, con su cámara, listo para capturar lo que sería uno de sus retratos más importantes.
También Muere el destacado investigador barranquillero José Nieto Ibáñez
Ese mismo día, una hora antes, aunque inicialmente estaba citado a la misma hora en ambas sesiones, tuvo frente a su lente a Mario Vargas Llosa. Si el Realismo Mágico de García Márquez llenaba una parte de la historia literaria, la precisión narrativa del peruano ocupaba la otra. Haber retratado a ambos en un mismo día es un testimonio de la confianza que los escritores han depositado en él.
Del lente a la pluma
A pesar de que su vida ha estado marcada por las imágenes, Mordzinski siempre ha sentido la necesidad de contar lo que sucede antes y después del clic. Por eso, en los últimos años, ha explorado la escritura como una nueva forma de expresión. Su libro Retrato de una mirada fue el primer paso, y ahora, con su último libro, Color Cartagena, celebra sus dos décadas en el Hay Festival con un trabajo que es tanto fotográfico como literario.
Más Premios Platino: ‘La infiltrada’ y ‘Cien años de soledad’ lideran las nominaciones
Pero su gran salto como escritor llegó con una noticia inesperada: una residencia en la casa de Gabriel García Márquez en México, donde pudo escribir con la tranquilidad y el aura del Nobel rondando las habitaciones.
“Este es el libro que yo soñaba”, dice sobre su nueva publicación. Y para alguien que ha pasado toda su vida retratando los sueños de otros, este es, sin duda, un momento especial.
Lo que sigue
Mordzinski no se detiene. Aunque ahora escribe, su cámara sigue siendo su mejor compañera. Su misión de darles rostro a las palabras no ha terminado, y su compromiso con los escritores emergentes sigue intacto. “Siempre le di mucha importancia a los escritores que comienzan”, dice. “Para mí es fundamental que al lado de Borges esté un autor que recién empieza”.
Aquí Así se vivió el eclipse lunar total en Barranquilla
Después de 46 años de carrera, el fotógrafo de los escritores no ha perdido el alma ni la pasión. Y aunque ahora escriba, sigue contando historias con lo que mejor conoce: la luz, el instante, la mirada.
‘Color Cartagena’
En este libro recoge algunas de sus fotos más emblemáticas e incluye textos en los que comparte el antes y el después de muchas de sus instantáneas, en una fascinante revelación de su proceso creativo: la traducción en imágenes de las lecturas y las conversaciones del amante de las letras que Mordzinski siempre ha sido.