Durante tres años, el antropólogo y máster en Historia Esteban Cruz Niño se sumergió en una intensa investigación que lo llevó a explorar las conexiones entre el crimen organizado y las prácticas esotéricas en Latinoamérica.
El resultado de este arduo trabajo se plasma en su nuevo libro Pablo Escobar y los patrones de la brujería, una obra de 352 páginas que revela cómo personajes influyentes del mundo del narcotráfico y la violencia se han encomendado a figuras enigmáticas y rituales místicos para perpetuar su poder.
En diálogo con EL HERALDO, el escritor ofrece detalles inéditos de su obra, que expone cómo delincuentes y narcotraficantes han recurrido a la brujería como una herramienta para protegerse y mantenerse en la cúspide.
Se refiere a recordados narcotraficantes como el abatido Pablo Escobar Gaviria, el encarcelado Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán y también a estructuras criminales que en la actualidad siembran el temor en el país como el Tren de Aragua.
Sabía que: A dormir bien, para vivir mejor
Cruz Niño explicó que la idea de este libro nació mientras investigaba cómo algunas celebridades habían sido víctima de brujería, para una publicación anterior (El libro negro de la brujería en Colombia). “Me topé con que había un mundo más oscuro detrás de la brujería que uno conoce comúnmente. En esa exploración descubrí que, en el mundo de la delincuencia, los criminales también acuden a prácticas esotéricas demasiado aterradoras”, comentó.
El culto a Pablo Escobar
En su escrito también aborda un fenómeno que, según el autor, se ha mantenido oculto por años: el culto a Pablo Escobar.
Cruz Niño revela que en sitios de brujería es común encontrar imágenes del narcotraficante, venerado como una especie de santo por algunas personas.
“Encontré testimonios de personas que aseguran haber visto el espíritu de Pablo Escobar en experiencias cercanas a la muerte. Un hombre afirmó que, tras haber sufrido una grave enfermedad, vio a Escobar en una visión, quien le pidió que rezara por su alma y le entregó un número de lotería que luego resultó ganador”, narró Cruz Niño.
Entérese: Así se vivió el eclipse lunar total en Barranquilla
El antropólogo también expone cómo, en la tumba de Escobar en Medellín, es común que sus seguidores recojan piedras blancas del lugar, convencidos de que estas tienen poderes protectores y las convierten en amuletos.
Uno de los hallazgos más impactantes del libro es el testimonio del embalsamador de Pablo Escobar, quien asegura haber permanecido 24 horas encerrado junto al cadáver del capo.
Además, Cruz Niño revela que, tras la fuga de Escobar de la cárcel La Catedral, el narcotraficante se refugió en una casa cuyas paredes fueron pintadas de un color especial como símbolo de protección mágica. “Las oraciones que él entonaba en momentos específicos, todas están ahí”.
Jesús Malverde y El Chapo
La investigación en otro capítulo explora el culto a Jesús Malverde, una figura emblemática para narcotraficantes y migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos. “Cuando al Chapo Guzmán lo capturaron y lo estuvieron juzgando en Nueva York, al lado de los agentes del FBI apareció la figura de Jesús Malverde sobre un escritorio. Nadie supo quién la puso ni cómo llegó, el abogado del ‘Chapo’ simplemente dijo que ‘se apareció y se manifestó’”, relató Cruz Niño.
Este santo es invocado con frecuencia por las llamadas “mulas del narcotráfico” para protegerse en sus viajes clandestinos y también por algunos migrantes que atraviesan peligrosas rutas fronterizas.
Lea: Premios Platino: ‘La infiltrada’ y ‘Cien años de soledad’ lideran las nominaciones
La ‘Corte Malandra’
Un aspecto en el que ahondó el autor con esta casa editorial es la estrecha relación que existe entre la temida organización criminal venezolana Tren de Aragua y la llamada ‘Corte Malandra’, un culto que rinde homenaje a figuras del crimen organizado.
“Los brujos venezolanos, que practican un tipo de espiritismo diferente al nuestro, aseguran que sus médiums son poseídos por los espíritus de criminales fallecidos, quienes supuestamente ofrecen consejos y protección a los líderes del Tren de Aragua”, explicó.
El autor relata cómo logró contactar a una reconocida ‘bruja malandra’, quien le confesó los rituales que realiza para proteger a criminales. Según la médium, muchos de los capos, la buscan para que se comunique con espíritus de otros criminales fallecidos, especialmente uno que se llama el malandro Ismael.
Aunque el libro no se centra en la Costa Caribe, si destaca que en esta región se ha incrementado la influencia del espiritismo venezolano debido a la migración. “En Barranquilla y Cartagena hay una fuerte presencia de brujos venezolanos que se encomiendan a figuras como María Lionza y Don Nicanor Ochoa, este último muy popular entre los practicantes del espiritismo en esa región”, comentó el escritor.