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A sus 85 años, los cuales acaba de cumplir esta semana (10 de marzo), Chuck Norris sigue siendo una leyenda activa del cine de acción. Este actor y experto en artes marciales, que se convirtió en un ícono del séptimo arte de los 80′ y 90′, regresó en 2024 a la gran pantalla con Agent Recon, un thriller de ciencia ficción en el que lidera a un equipo de seguridad que investiga experimentos alienígenas.

Esta se convirtió en su primera aparición cinematográfica desde Los Mercenarios 2 (2012), luego de más de una década alejado del cine para dedicarse al cuidado de su esposa, Gena O’Kelley, quien enfrentó graves problemas de salud, derivados de una negligencia médica.

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Su decisión de retirarse temporalmente del cine fue un reflejo de su personalidad fuera de la pantalla, marcada por su amor a la familia. Esta faceta contrasta con la imagen ruda que proyectó en sus películas, en las que encarnó a agentes encubiertos y justicieros invencibles.

Carlos Ray Norris (su nombre de pila), nació el 10 de marzo de 1940 en Ryan, Oklahoma, y tuvo una infancia difícil debido a la ausencia de su padre, lo que lo llevó a desarrollar una personalidad introvertida. Todo cambió cuando se unió a la Fuerza Aérea de Estados Unidos y fue destinado a Corea del Sur, donde descubrió su pasión por las artes marciales.

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Tras su paso por el ejército, Norris se convirtió en un destacado competidor de karate, alcanzando múltiples campeonatos y logrando el estatus de maestro en varias disciplinas (taekwondo, judo, boxeo y jiu-jitsu). Su habilidad en el combate llamó la atención de la industria cinematográfica, lo que lo llevó a debutar en Hollywood como antagonista de Bruce Lee en El retorno del dragón (1972). Aquella épica pelea en el Coliseo Romano se convirtió en una de las escenas de combate más icónicas del cine.

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A partir de allí, Norris consolidó su carrera en el cine de acción con títulos como Invasión USA (1985), The Delta Force (1986) y Desaparecido en acción (1984).

Rudeza y nobleza

El crítico de cine y docente Julio Lara Bejarano explica que Chuck Norris fue una figura clave en el cine de acción de los años 80, destacando que sus películas, muchas producidas por la compañía Cannon Films, se caracterizaban por sus explosiones exageradas, intensas escenas de combate y tramas que mostraban a un hombre capaz de enfrentar cualquier adversidad.

“Las películas de Norris rozaban la clase B, pero lograron tener un impacto masivo gracias a que capitalizaban el imaginario del héroe estadounidense que salva al mundo de las amenazas externas”, comentó Lara.

Agrega que “su imagen con el torso descubierto, cargando una metralleta M60 o una bazuca, se volvió icónica en esa época”.

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Sin embargo el crítico de cine también pondera la pausa que hizo en su carrera para dedicarse a acompañar a su esposa en su proceso de recuperación, mostrando así que detrás del hombre de acero que se veía en pantalla había un esposo y padre comprometido. “Este retiro inesperado sorprendió a sus seguidores, pero también consolidó la imagen de Norris como una persona con fuertes valores familiares”.

Una figura vintage

El escritor y comunicador social Carlos Polo destaca que su regreso es significativo porque representa el retorno de uno de los pioneros del cine de acción clásico, que ahora se presenta como una figura vintage para las nuevas generaciones.

“Chuck Norris es un símbolo del cine de acción de los 80 y 90. Si bien sus películas fueron masivas en su época, hoy se han convertido en un cine de culto, con seguidores que disfrutan esa estética exagerada y llena de testosterona”, afirmó.

Polo recuerda muy bien películas como Invasión USA, en la que Norris interpreta a Matt Hunter un ex agente de la CIA, que debe de encargarse de un grupo de terroristas soviéticos que infiltran a Estados Unidos, digamos que es algo muy particular en ese cine norteamericano, donde desplazan a la pantalla alguna preocupación general de la sociedad y de la política norteamericana. La película fue estrenada entre 1985 y 1986, y podríamos pensar que atrapó un poco los temores que generaba la Guerra Fría de alguna manera, en ese momento la Unión Soviética era el enemigo y ellos vendían un poco de eso, y este héroe que viene a salvar al mundo del enemigo, así era como se presentaba en ese contexto a Chuck Norris”.

El cinéfilo William Gutiérrez, también recuerda cintas como Rescate en el infierno, en la que la estrella interpreta a un ex marine que regresa a Vietnam. “Todo lo podía, esa era su consigna, dominaba a la perfección las artes marciales, de hecho en su momento abrió una exitosa escuela de karate. Además contaba con un gran dominio de armas de todo tipo, por lo que en esa cinta lo envían a rescatar a un grupo de prisioneros de guerra norteamericanos en Vietnam”.

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