A los 40 años, Carmelo Valencia ya no corre detrás del balón, pero sí detrás del sabor. Atrás quedaron los estadios, los aplausos en tribuna y los goles. Hoy, el exjugador que alguna vez estremeció redes con la camiseta del Junior, encuentra nuevas formas de conectar con la gente, esta vez desde un caldero con aceite caliente, harina y queso costeño.
Con su emprendimiento ‘Tutubuñeulos’, que cobró vida desde el pasado mes de diciembre, el chocoano figura como uno de los participantes más queridos del Festival del Frito que se desarrolla este fin de semana en el Gran Malecón.
“Ayer fue una locura. Vendimos todo. ¡Todo! Más de mil productos se fueron volando, y no vendí más porque se me acabó todo”. Y no exagera. Carmelo ha logrado que sus buñuelos se conviertan en la delicia buscada por decenas de barranquilleros que hacen fila para probarlos.
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Fue el caso de Iván Peñaloza, quien se considera fiel cliente del exjugador desde que lanzó su emprendimiento: “me parecieron exquisitos cuando los probé por primera vez y al darme cuenta que estarían aquí, no dudé en venir. Tremendo talento de cocinero”, dijo entre risas.

Y mientras amasa con sus manos los próximos buñuelos a salir, con su delantal sucio de harina, contó a EL HERALDO el secreto de este producto: “el buñuelo tiene su ciencia, pero sobre todo, hay que hacerlo con amor. Eso es lo primero. Luego, claro, los ingredientes deben ser de primera, y el aceite tiene que estar en el punto exacto. Si no, se quema o queda crudo. Hay que tenerle respeto a la fritura”.
No sabe hasta qué hora trabajará hoy. No hay una meta específica, solo una consigna. “Cuando termine todo, me iré a casa, pero estoy muy contento con el cariño y el apoyo de la gente. Barranquilla una maravilla”, manifestó ‘Tutu’, mientras también complace a sus clientes con una foto y un saludo para sus redes sociales.