Compartir:

En una emotiva entrevista concedida a EL HERALDO, Kinito Méndez, reconocido merenguero, compartió sus entrañables recuerdos y vivencias junto al recién fallecido Rubby Pérez, figura emblemática del merengue que quedó sepultado entre los escombros de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, donde se presentaba.

Lea aquí: Por el poder del acordeón Valledupar estará durante ocho días en estado de “Ay Ombe”

Para Kinito, Rubby no solo fue un gran artista, sino también un ser humano ejemplar, cuya pasión por la música y compromiso con la excelencia dejaron una huella única en quienes tuvieron la dicha de trabajar a su lado.

Un artista ícono del merengue

Kinito Méndez destaca a Rubby Pérez como “uno de los mejores cantantes del merengue”, haciendo énfasis en su inconfundible talento y en la forma en que logró forjar una carrera sólida tanto en grupo como en solitario.

Proveniente de Haiana, República Dominicana, Rubby se dio a conocer en el escenario musical desarrollándose inicialmente con Wilfrido Vargas y, posteriormente, desplegando todo su potencial en su carrera individual.

Kinito Méndez, quien hizo parte del equipo de trabajo de Rubby Pérez cuando decide lanzarse como solista, dialogó con EL HERALDO sobre los recuerdos que tiene de su colega. “Era un hombre exageradamente disciplinado, siempre puntual, bien vestido y decidido a cumplir sus metas. Conocí a un hombre demasiado trabajador y como artista ni hablar, se va la mejor voz merenguera”.

Recuerdos únicos

Durante su paso por el equipo de Rubby Pérez en 1987, Kinito tuvo la oportunidad de presenciar de cerca el carácter y la humanidad del artista. Relata con cariño cómo Rubi, a pesar de ser exigente y directo en las reuniones, sabía combinar la firmeza con el afecto, creando un ambiente donde el humor y la calidez no faltaban. “Me enseñó a manejar una orquesta y a apreciar cada detalle en la ejecución musical”, confiesa Kinito, recordando con gratitud el periodo en el que Rubbyi lo involucró en su proyecto solista tras su salida de la orquesta de Wlfridio.

Méndez recordó para esta casa editorial una anécdota en la que Pérez reunió a sus músicos para llamarles la atención fuertemente, “pero a los cinco minutos lo vi haciéndoles bromas, no sabía estar mal con nadie, disfrutaba mucho echando chistes”.

Sobre esta tragedia que enluta a su país y en la que un centenear de personas perdieron la vida, dijo que se lo tomó por sorpresa mientras realizaba su rutina de ejercicios, Kinito se encontró con la noticia del colapso del techo de la discoetca, un suceso que dejó heridas y pérdidas irreparables. “Fue un golpe duro, imaginar que el artista podría haber estado allí en ese momento, incluso pude haber sido yo o cualquiera de mis colegas”, expresó con el corazón apesadumbrado.

Además, mencionó la pérdida del saxofonista Luis Solís, que acompañaba a Rubby, otro de los lamentos que enmarcan la tristeza por el fallecimiento del ícono musical.

Le puede interesar: Una hija barranquillera: la historia poco conocida de Rubby Pérez

Para Kinito Méndez, el mayor homenaje que Rubby Pérez puede recibir es a través de su música. Con convicción, afirma que el artista “estará vivo siempre a través de su música”, un legado que trasciende la vida y se convierte en un patrimonio imborrable para la historia del merengue. La calidad de su obra, tanto en sus proyectos con Wilfridio como en su carrera solista, garantiza que su influencia siga inspirando a nuevas generaciones y recordando el compromiso de un hombre que marcó una época en el género.