Tienen 4, 10 y 14 años. A algunos apenas les cuelga el uniforme del colegio y ya se suben a una bicicleta de competencia, se calzan el delantal de chef, suben a un escenario como narradores orales o imitan con destreza a leyendas de la música. Son niños, sí, pero también son soñadores, creadores y líderes en miniatura.
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Hay pequeños que no conocen los límites ni entienden de imposibles. Niños y niñas que, antes de terminar la primaria, ya tienen claro qué quieren ser, a dónde quieren llegar y cómo quieren cambiar el mundo. Es por ello que en este Día del Niño, EL HERALDO les presenta cuatro historias de unos verdaderos talentos en potencia.
Desde Malambo, una voz del Caribe revive a Celia Cruz. Se trata de Ashley Moreno, una niña de 10 años que se ha convertido en sensación nacional tras su participación en Yo Me Llamo Mini, donde sorprendió al jurado con su impecable interpretación.
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Jacob José Bravo Jhara, por ejemplo, tiene apenas 4 años y ya colecciona trofeos en competencias de BMX. Desde Campeche, Juan José Sarmiento se hace llamar ‘Juanjo, el Cocinerito’ y experimenta con chutneys, salsas y postres a base de ciruela. Ángela Nicole, de 14 años, dirige, narra y actúa con la soltura de una veterana.
Ashley es una mini Celia Cruz con todo el azúcar
Es tan difícil imitar el timbre de voz de Celia Cruz, tan único, tan cargado de azúcar, de fuego, que resulta casi imposible. Pero una niña de apenas 10 años, llamada Ashley Arenas, nacida en Malambo, Atlántico, ha logrado cantar lo más parecido a la ‘Reina de la Salsa’ y emocionar hasta las lágrimas al jurado de ‘Yo Me Llamo Mini’, especialmente a Amparo Grisales, quien se erizó al escucharla.
La pequeña, que interpretó en su audición el clásico ‘Dile que por mí no tema’, impactó con su potencia vocal y manera de dominar el escenario, de mover el cuerpo con ese sabor propio de ‘La Guarachera de Cuba’. En las redes sociales se ha consagrado como una de las favoritas del público, que no ha dejado de admirar su talento.
Desde los cuatro años, Ashley ya sabía lo que era entonar algunas notas musicales sin tener idea de técnica vocal. Nació con ese don y enamoró a su familia al cantar ‘El yerberito’. Desde ese instante, su madre supo que tenía un tesoro por pulir.
“Disfruto mucho cantar y amo mucho la salsa y más a Celia que es la reina. Fue una mujer admirable y su música nunca pasa de moda, por eso desde muy pequeña me encantan sus canciones”.
Con su tez morena y los voluminosos trajes brillantes y coloridos que solía usar la fallecida cantante cubana, se ha metido en el rol del personaje de la mejor forma posible. “Ahora hablo cubano y hasta me vi la serie sobre ella para aprender de su vida y sus gestos”.
Su madre, Marlyn Flórez, orgullosa la ha acompañado en el proceso. Pues es ella quien la ha motivado. Este tipo de concursos ya no es desconocido para ninguna, ya que la niña fue semifinalista de ‘La Voz Kids’ el año anterior. “Apoyar a los hijos en esta etapa es tan importante y yo con ella voy a todos lados. Sueño con verla llenar un Movistar Arena y sé que lo logrará. Esto es un concurso valioso para todos los niños”.
Jacob construye su vida a puros pedalazos
A veces los grandes campeones no nacen de la ambición, sino de la casualidad. Así comenzó la historia de Jacob José Bravo, un barranquillero de apenas 4 años, nacido y criado en el barrio El Silencio, quien tenía 17 meses cuando un diagnóstico médico preocupó a su familia. Resulta que sus piernas estaban curvas y el ortopedista le recomendó lo siguiente: “Póngalo a montar en una bicicleta de balance”.
Lo que parecía un ejercicio terapéutico se transformó en pasión. Apenas dos meses después, el pequeño había fortalecido sus piernas, ya dominaba su bici y la manejaba con soltura en el Gran Malecón.
A los 22 meses, Jacob ingresó a entrenar formalmente en la pista de BMX ‘Daniel Barragán’ en Villa Carolina. Desde entonces, su vida quedó atada a las dos ruedas. Primero en una pushbike sin pedales, después en una BMX mini con pedales. A los 3 años ya disputaba competencias, enfrentando a niños mayores, y a los 4 años compite en la categoría semillero 4-5 años, y hasta en 6 años cuando la ocasión lo exige.
A su corta edad ya tiene varios reconocimientos, entre los que se destacan: campeón de la Copa Baby Tayrona en la categoría 2-3 años en 2023, reconocimiento como Mejor Deportista que viajó desde el lugar más lejano para competir en Gladiadores. Y como broche de oro, en octubre de 2024, se coronó campeón del Gran Fondito de Mariana Pajón en Medellín, llevándose a casa el título en la categoría 3 años con pedales.
“Mi hijo es maravilloso, fue todo un regalo de Dios. Actualmente se está preparando para nuevas competencias y los ojos puestos en defender la copa y su casa en la nueva versión del Gran Fondito de Mariana Pajón que se realizará en Barranquilla en octubre”, dijo su madre, Alejandra Jhara.
El niño ha expresado su gusto por el deporte, y lo más importante, lo demuestra. “Él siempre tiene ganas de estar en la pista, lo disfruta como un niño feliz. Hace dos meses tuvo una caída y creímos que no iba a querer montar más bicicleta. Estuvo dos semanas en reposo y volvió con más fuerza, con ganas de seguir dándole”.
Ángela vive en un teatro que cuenta maravillosas historias
Apenas tiene 14 años y ya dirige obras, narra cuentos y actúa con una pasión admirable. Se llama
Ángela Nicole De Ávila y desde Malambo está construyendo un camino escénico con fuerza, creatividad y una voz que encanta.
Todo empezó por amor, el amor de ver a su papá en escena. “Todo empezó observándolo, y ahí sentí que eso era para mí y ahora siento que es mi lugar natural, mi mundo”.
Hoy es la única niña del grupo Cemi-Najaho, un colectivo familiar conformado por ella y sus padres. Le encantan los cuentos que enseñan, los que dejan un mensaje, los que obligan a pensar. Y es que para ella, el teatro es una herramienta poderosa para transformar.
“Me gusta contar todo aquello que dejan pensando a los niños, también aquellos que tienen enseñanzas, que a pesar de todo lo que pase, pues siempre nos deje como que algo para llevarnos a nuestras casas, no solamente los chistes y los buenos momentos”.
Su trayectoria ya suma una decena de festivales y encuentros culturales. Ha estado en Medellín, Santo Tomás, el Festival Mario Moreno, el Festival Regional de Palmar de Varela, el Festival Internacional de Sabanalarga ‘Respira teatro’, la Carnavalada, Polonuevo Cuenta, Baranoa Cuenta, entre otros.
“Quiero seguir viajando, conociendo, aprendiendo. Y que lo que cuente siempre deje algo bonito en quien me escuche”.
‘Juanjo’, el minichef más creativo que tiene Campeche
En Campeche, tierra de ciruelas y almojábanas, también se cosechan grandes soñadores, que como Juan José Sarmiento tienen la receta predilecta para triunfar. Con 10 años, ya se consagra como uno de los emprendedores más jóvenes del Atlántico con su venta de productos derivados de la ciruela.
‘Juanjo el cocinerito’ se hace llamar este proyecto con el que tiene grandes visiones a futuro. Pudines, salsas BBQ de ciruela, chutneys, antipastos de berenjena con ciruela son hechos por este pequeño chef que ha sabido ganarse el corazón de los atlanticeses con su sazón.
Y es que ha participado del primer Festival Gastronómico de la Ciruela en 2023, fue invitado especial infantil del Festival del Pastel en Pital de Megua, estuvo en el Festival del Mango en Caracolí, Malambo, Festival del Guandú de Sibarco, Baranoa, Festival de la Mazamorra en Rotinet, Repelón, y además, el año anterior se desempeñó como expositor de Sabor Barranquilla.
“El emprendimiento nació porque en mi familia también aman mucho la ciruela. Aprendí a cocinar por mi mamá y me gusta hacerlo porque siento que puedo ser creativo”.
Juanjo es estudiante de cuarto grado en el Colegio El Socorro de Malambo y también disfruta de jugar fútbol en sus tiempos libres. Llega de la escuela, cumple con sus compromisos y se dispone a leer una que otra receta en internet porque está convencido de que algún día a su emprendimiento lo podrá catalogar como una gran empresa.
“Sueño con tener una empresa donde venda todos estos productos que contengan ciruelas y yo poder manejar bien mi empresa, así que me tocará aprender mucho de contaduría y administración también. Además también quiero formar a otros niños para que también aprendan a cocinar”.