Una gran revelación dejó a la comunidad científica boca abierta, pues un conejo que creía extinto desde hace más de 120 años ha sido localizado en las montañas de la Sierra Madre del Sur, en México.
Un grupo de expertos liderado por José Alberto Almazán-Catalán, presidente del Instituto para el Manejo y Conservación de la Biodiversidad (Inmacob) fue el responsable del hallazgo.
El regreso del conejo de cola de algodón Omiltemi
Se trata del conejo de cola de algodón Omiltemi, que es conocido científicamente como Sylvilagus insonus, y fue visto por última vez en 1904.
Los científicos instalaron cámaras trampa en la zona y lograron captar al animal en su hábitat natural, saltando con agilidad entre los árboles.
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¿Cómo es el conejo de cola de algodón Omiltemi?
El conejo de cola de algodón Omiltemi tiene un pelaje en tonos marrones y orejas pequeñas, y lo más impresionante es que este mamífero se mantuvo oculto durante generaciones.
Además, se sabe que es una especie altamente especializada, que habita exclusivamente en los bosques de coníferas de gran altitud.
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En estos bosques hay un ecosistema vulnerable ante las amenazas del cambio climático y las actividades humanas. Lo que lo diferencia de otros conejos es que es más grande que los convencionales.
Los investigadores de México iNaturalist sostuvieron que tiene orejas más cortas en comparación con otros conejos, y una cola que, a diferencia de las colas esponjosas y blancas de otras especies, es corta y negra.
Su pelaje de tonos rojizos y oscuros, le permite mimetizarse con su entorno natural y explicaría por qué estuvo tanto tiempo escondido.
Por su parte, su vientre blanco, tiene un distintivo parche café en la zona de la garganta. Sus patas traseras presentan un notable contraste de blanco en su parte superior, mientras que las suelas son de un marrón oscuro, lo que ayuda a identificarlo en su hábitat natural.
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El mayor objetivo ahora es mantenerlo a salvo porque la caza furtiva y la continua destrucción de su hábitat hacen que siempre viva en constante peligro.
Y es que los bosques de coníferas, que forman su hogar exclusivo, están siendo rápidamente fragmentados debido a la tala para actividades agrícolas y ganaderas.
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Asimismo, el cambio climático representa una amenaza latente para este ecosistema de alta montaña.
El Instituto para el Manejo y Conservación de la Biodiversidad (Inmacob) ha mostrado interés por continuar trabajando con las comunidades para garantizar la conservación a largo plazo del conejo de cola de algodón Omiltemi.
