Cómo contribuir desde sus casas en medio de una situación que apremia a todos los ciudadanos, fue la que pregunta que se hicieron Xilena Vásquez y Marelvis Espinoza, residentes en el barrio Los Almendros en el municipio de Soledad.
Una joven de 22 años, estudiante de Auxiliar Administrativo y una mujer de 50, ama de casa; nuera y suegra, que unieron sus manos para hacer tapabocas con el fin de donarlos a los vendedores ambulantes y todo aquel que lo necesite, sin ningún tipo de retribución económica.
Xilena, habló acerca de la labor que emprendieron hace unos días, con el fin de sumar de forma positiva en medio de la crisis que ha provocado el coronavirus.
'La idea surgió porque mi suegra encontró una tela quirúrgica de un cumpleaños que le habíamos hecho a mi hijo y la teníamos guardada. A raíz del alta en los precios de los tapabocas, ella decidió hacerlos para nosotros en la casa, se guió de un tutorial en YouTube y los hizo', expresó la joven barranquillera.
Al ver lo bien que habían quedado, a ella se le ocurrió decirle a su suegra, que siguieran haciendo, pero esta vez para personas que más lo necesitaran.
'Desde el lunes que empezó la cuarentena, a mí se me ocurrió decirle que hiciéramos para personas de la calle, para los vendedores ambulantes que pasan constantemente por la puerta y que sabemos que muchos no tienen los recursos para comprar un tapaboca tan caro, y a ella le encantó la idea', continuó Xilena.
Desde entonces, las mujeres han estado fabricando esta herramienta de protección contra el Covid-19, como una forma de aportar un grano de arena a la sociedad en medio de la crisis, que de una u otra forma, afecta a unos más que otros. Es una muestra de solidaridad que se convierte en un ejemplo de lo que se puede hacer para invertir el tiempo desde el hogar.
Xilena y Marelvis, tienen como rutina, levantarse, organizarse en los quehaceres del hogar y desde las 9:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. no paran de ‘tirar máquina’ haciendo los tapabocas.
'Los hacemos, automáticamente los desinfectamos con alcohol, los metemos en unas bolsitas. Son reutilizables unas cuantas veces más pero pueden volver a desinfectarlo', expresó una de las fabricantes.
Sin embargo, los insumos que al principio tenían no duraron mucho, por lo que les surgió otra idea para obtener más y seguir con la labor.
'Cuando ya se nos acabó la tela que teníamos en casa, publicamos desde ambas cuentas de Facebook, ella y yo, lo que estábamos haciendo con el fin de darles tapabocas a gente que vende en la calle y que ojalá las personas que tuvieran, nos pudieran donar. De ahí hemos recibido donaciones de personas del Facebook, familiares, amigos', contó la joven de 22 años.
Hasta el momento, calculan que han sido alrededor de 200 o 250 tapabocas los que han dado, entre vendedores de la calle, amigos, personas conocidas, familiares. 'Somos dos personas y tenemos una sola máquina, mientras yo voy cortando, mi suegra es la que se encarga de coser', añadió Xilena.
Las mujeres, afirman que para ellas es un sentimiento de satisfacción hacer lo que hacen en tiempos duros, como el actual. 'Es muy bonito, porque sabemos que estamos aportando un granito de arena a las personas que no tienen para comprar algo de uso sanitario por estos tiempos y sin ningún tipo de retribución económica' Además, aseguraron que están 'ayudando a que la gente se proteja del coronavirus y así evitar el posible contagio'.