Convertida en su mejor versión, Irma Martínez, ha conseguido a través de los años hacer de sí misma alguien de quien sentirse orgullosa. Y es que pese a las vicisitudes que le tocó enfrentar como migrante en Estados Unidos, recientemente fue elegida como una de las 25 mujeres más poderosas por la revista People en Español y una de las 75 latinas más influyentes de los Estados Unidos por la revista Poder.
Sin embargo, vista desde la distancia y en una conversación muy personal, Martínez confesó que todo este éxito, no pertenece exclusivamente a su esfuerzo, ni tampoco es su mayor galardón, sino todo se lo debe a su familia.
En entrevista con EL HERALDO Irma mencionó que su infancia y adolescencia fueron una de las etapas más tranquilas de su vida, y que se disfrutó completamente cada paso del tiempo. Para ella haber crecido en una época sin tanta digitalización le permitió crear lazos de amistad y familiares muy fuertes.
'Mi infancia creo que ha sido de los momentos que más me he disfrutado, pasar la niñez y la adolescencia en Cartagena, de donde soy, fue muy satisfactorio. Además, siempre he creído que crecer en una época donde no había tanta digitalización me permitió poder ser mucho más recursiva e interactuar mejor con familiares y amigos'.
Durante el colegio también llevo bien su vida, concentrada en cumplir con sus estudios. Logró graduarse en el tiempo establecido sin mayor dificultad. Sin embargo, el gran retro llegó cuando le tocó decidir qué hacer con su vida profesional.
'La etapa del colegio también fue buena, muy divertida, de hecho. Sin embargo, sucedía algo muy curioso, mis amigos de la época conversaban sobre lo que querían estudiar y a lo que se querían dedicar, pero yo de verdad no tenía ni idea de qué hacer, sabía que debía ser algo relacionado con la moda, pero no tenía claridad'.
Y lejos de incomodarse por no saber con exactitud qué hacer, Irma entró en calma y comenzó a definir paso a paso cuáles eran sus preferencias profesionales.
'Ya había salido del colegio y necesitaba decidir qué hacer, la gente siempre da sus recomendaciones de carreras profesionales que son mejores que otras y demás. Sin embargo, yo sabía que lo mío estaba en la moda y que debía buscar mi oportunidad allí. Por eso, cuando se me dio la oportunidad de venirme a Estados Unidos a estudiar, no lo dudé'.
Al llegar a Norteamérica, Irma se decide por estudiar Estilismo y años después encuentra su verdadera pasión en la creación de vestuarios para escenografías y artistas.
'Cuando llego a Estados Unidos me dedico a estudiar Estilismo de Moda y a especializarme en vestuario, y aunque me encantaba y era muy buena, en ese tiempo no me conocía nadie y tuve que labrar un camino basado en el esfuerzo'.
Irma también dijo que una de las personas fundamentales en su crecimiento personal y profesional fue su hermano, el presentador de televisión Jairo Martínez, quien la recomendó con Shakira para que le manejara el vestuario.
'Una de las personas que me ayudó muchísimo a llegar donde estoy ahora es mi hermano Jairo, al cual los colombianos quieren un montón por su trabajo en televisión. En ese momento Shakira apenas estaba surgiendo y él me recomendó con ella para que la ayudara con los temas de vestuario, y ahí fue donde despegó mi carrera'.
En medio de la conversación con esta Casa Editorial, Irma también recordó alguna de las anécdotas con la Reina de Pop Latino.
'Con Shakira sucedieron muchas cosas, pero una de las anécdotas que más recuerdo a su lado es que en algunas ocasiones teníamos que ponerle un corsé que tenía cien ojales, y empecé a aprovechar ojal por ojal y no terminábamos; luego de dos horas que termino de apuntar el último ojal, Shakira y yo estábamos sudadas por tanto esfuerzo, es ahí cuando nos damos cuenta de que al lado había una corredera para apuntar cada ojal (risas)'.